Toda la humanidad reconoce la grandeza y el significado de Jesús de Nazaret, quién dividió el conteo de la historia en dos partes: en años antes de su nacimiento y en años después de su nacimiento, y quien, sobre todo, nos dejó el legado de su proyecto de vida como un modelo y camino para alcanzar la verdad, humanizarnos y ser felices
El proyecto de vida de Jesús y su mensaje no es propiedad de una religión, ni de una secta, ni es una ideología o cuerpo de doctrina para encadenarlo en estanterías
Navidad también nos recuerda que los cristianos y todos los seres humanos podemos seguir a Jesús, imitarlo, porque es uno de nosotros y como nosotros
La Buena Nueva de Jesús nos pide construir relaciones que no sean injustas, de competencia, inequitativas o violentas. Construir políticas y sociedades donde prime la persona sobre las cosas, donde primen la ética sobre la estética y el ser sobre el lucro