"Vivimos un período marcado por la violencia y la muerte, de profunda desconfianza, visible en los distintos ámbitos de la vida social, política y religiosa de nuestros países. La violencia contra nuestros lugares y símbolos cristianos es sólo una de las expresiones de la violencia más extendida que caracteriza a este nuestro tiempo"
"La política, en vez de esforzarse en buscar vías de unidad y de bien común, parece querer hundirnos en una vorágine de división cada vez mayor, en todo: entre israelíes por un lado y palestinos por otro, pero también entre israelíes y palestinos entre si, y es cada vez más incapaz de una visión creadora de perspectivas y de futuro"
"Hoy aquí, una vez más, ante este Sepulcro vacío, renovamos - para nosotros y para toda nuestra Iglesia - el deseo de apostar por el amor de Jesús, de no temer a la muerte y sus ataduras, sino de estar aquí, en Tierra Santa y en el mundo, generadores de vida, de amor, de perdón y de esperanza"