Francisco, que ya dedicó su encíclica "Laudato si" a la defensa ecológica, asegura "que uno de los grandes riesgos de nuestro tiempo es limitarse a buscar soluciones puramente ambientales" y llama a revisar nuestros modelos culturales y económicos
"todos somos víctimas" porque "somos bombardeados ya desde niños" con una "ideología mercantil difundida que estimula el individualismo, el narcisismo, la avidez, las ambiciones elementales y la negación del otro"
El Papa escribe que "sueña" con "el arrepentimiento sincero por parte de todos nosotros, de los hombres y mujeres del Siglo XXI, creyentes y no, de nuestras sociedades por habernos dejado llevar por las lógicas que dividen, crean hambre, aislan y condenan"
"Sería bonito poder pedir perdón a los pobres, a los excluidos, y ser capaces de arrepentirnos sinceramente del daño hecho al mar, a la tierra, al aire y a los animales..."