Francisco animó a la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas a ser "samaritanas", compañeras de viaje, "que lleven esperanza y serenidad a los corazones, ayudando, y haciendo que otros ayuden a aliviar las necesidades corporales y espirituales de la humanidad"
"Creo que las mujeres tienen esa capacidad de pensar lo que sienten, de sentir lo que piensan y hacen, y de hacer lo que sienten y piensan. Las animo a seguir ofreciendo esa sensibilidad al servicio de los demás"
"Hay que “rezar” las obras y “obrar” cuanto se ha visto en la oración, para situarse en sintonía con la misión de toda la Iglesia. Es esta también la esencia de la sinodalidad, lo que hace sentirse protagonista y corresponsable del buen ser de la Iglesia, para saber integrar las diferencias y trabajar en armonía eclesial"