24 dic 2025
La Salvación viene desde abajo
En Navidad Dios comienza la salvación “desde abajo”. Es su Plan bíblico. Es resistido por las estructuras humanas religiosas o no, que siempre quieren evangelizar o cambiar el mundo “desde arriba”, y desde allí elaborar “cánones”, dar disciplinas, órdenes, corregir, etc., sin compartir ni tener interés real por la vida de los de abajo.
Del pesebre surge una tarea: encarnar la misma kénosis solidaria. Esto significa “bajar” y ensuciarse las manos con la realidad del hermano sufriente (Evangelii Gaudium). Significa desconfiar de toda pretensión de superioridad –moral, intelectual o espiritual– y reproducir la humildad del Niño Dios. Significa desafiar las injusticias y construir comunidades de fraternidad tangibles donde, como en Belén, nadie sea excluido y todos seamos servidores.
La Navidad no se vende, pero los poderosos saben que el marketing requiere una pata religiosa. Por eso acuden a iglesias y clericalismos que silencian su doctrina social a cambio de privilegios. Pasa con los populismos retrógrados y tantos otros, en esta época en que algunos auguran “la vuelta de la religión”, aunque no especifican si es lo mejor o lo peor de ella.