6 feb 2025
Con la libertad del Espíritu: A propósito de la comunión y bendición de parejas homosexuales
Me cuesta entender y mucho más aceptar que haya gente dentro de la Iglesia, y más en concreto dentro de la jerarquía, que se erijan en árbitros de la conciencia y de la fe de la gente, por muy pecadores que sean. Sobre todo por aquello de que “el que esté libre de culpa, que tire la primera piedra”
En todo este lenguaje habría que ser humildes y aprendiendo del papa Francisco potenciar la misericordia de Dios en nuestras vidas por encima de todo y dejar de condenar ni excluir. ¿Quién soy yo para decidir sobre nadie o tengo la patente del amor de Dios?