10 oct 2020
Por fin, la misa del domingo
Cuánto tiempo sin poder gustar la compañía en la fe de los otros, sin poder expresar como una comunidad el cariño al Señor. Campeaba la emoción de recobrar algo nuestro, una rutina que nos ayuda con simplicidad a ir viviendo el seguimiento de Jesús, un signo de identidad de los católicos, un momento de encuentro con vecinos, parientes y amigos.