"Es urgente la intervención de la comunidad internacional, de lo contrario se llegará a un punto de no retorno y los muertos se contarán por miles, dice el padre Massimo Miraglio, párroco misionero camilo de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en la remota aldea de Purcine"
"Hacemos un firme llamamiento a la comunidad internacional para que intervenga y ponga fin a este horrible estado de violencia", insiste el misionero
"Nuestro llamamiento se dirige también al Santo Padre Francisco, que tanto ama a Haití, y a toda la diplomacia vaticana"
"Desde la semana pasada, por desgracia, la situación en Haití ha empeorado. Han aumentado los enfrentamientos violentos entre bandas, así como los ataques contra instituciones y lugares estratégicos"
El misionero, que trabaja en la isla caribeña desde hace casi veinte años, destaca la gran precariedad que aflige a la población, atrapada en enfrentamientos y violencias cotidianas
La decisión del toque de queda ha sido adoptada en un intento de proteger a la población de los actos delictivos cada vez más violentos, perpetrados por bandas armadas, que provocan desplazamientos masivos de la población