"El mundo entero mira a esta Tierra Santa nuestra, como un lugar que es causa constante de guerras y divisiones. Precisamente por eso, fue hermoso que hace unos días, el mundo entero se uniera a nosotros con una jornada de oración y ayuno por la paz"
"Mi consciencia y mi deber moral me obligan a declarar claramente que lo que ocurrió el 7 de octubre en el sur de Israel no es en modo alguno admisible y no podemos dejar de condenarlo"
"La tragedia de estos días debe llevarnos a todos, religiosos, políticos, sociedad civil, comunidad internacional, a un compromiso más serio en este sentido que el que se ha hecho hasta ahora"
"La misma conciencia, con un gran peso en mi corazón, me lleva hoy a afirmar con la misma claridad que este nuevo ciclo de violencia ha provocado más de cinco mil muertes en Gaza, entre ellas muchas mujeres y niños, decenas de miles de heridos, barrios arrasados, falta de medicamentos, agua y artículos de primera necesidad para más de dos millones de personas"