28 dic 2023
Los Santos inocentes de ayer y de siempre
Resulta paradójico y cruel que un día en que se recuerda tanto dolor, sirva para hacer bromas de todo tipo. Las “inocentadas” diluyen y disfrazan una tragedia moral que continúa. La exaltación de la risa en base al engaño en vez de recordar que debemos proteger la inocencia de los más vulnerables en nuestra sociedad, expuestos tempranamente al mal ejemplo y vicios de una sociedad decadente.
Los santos inocentes han ganado su santidad fuera de los templos, en los desprotegidos caminos de la vida real, ajenos a las cómodas seguridades de la clerecía y los opíparos herodes…que no tienen idea del sufrimiento ajeno. Reducirlos a estampitas litúrgicas es casi un atropello, una manipulación interesada de su sacrificio para ponerlo al servicio de una institución que tantas muestra de abuso y pederastia sigue dando.
La educación es siempre la herramienta para lograr un cambio en sus destinos, más desgraciados aún. La educación de los que viven en la opulencia occidental...para que incorporen en sus mentes la preocupación samaritana por el que sufre...una buena educación para que los que no tienen futuro, para que puedan construir uno en sus malparidas vidas.
... todas las sociedades y la sociedad global hoy más que nunca, viven esta tragedia que nace del corazón del hombre herido por el pecado de la soberbia, de sentirse dios por sobre los demás...el niño Dios nos invita a encontrarlo en todos los santos inocentes que el mundo oculta en las periferias.