16 abr 2025
Cristina Moreira, sacerdotisa: "Algo me dice que falta poco, que se está acelerando el proceso. Si es de Dios, será”
Muy pronto, la pequeña Cristina comenzó a darse cuenta de que, en su tradición católico-romana, sólo había una forma de hacer realidad su sueño: hacerse cura. Pero eso era impensable
“Y sí, pasión, en todos sus significados -también la que conduce al calvario-, con lo que conlleva de amor total e incondicional; pasión por el Sentido sin el cual mi vida no tendría sentido; pasión al precio que sea y pasión para compartir, sin límites ni frenos, hasta donde Dios y la vida me dejen vivirla”
Como temía, al contar su sueño, “me mandaron callar para siempre, me llovieron críticas, insultos, y hasta arrestos, y mucha incomprensión”
“Mi esposo, Victorino, fue el primer cura que se atrevió a escuchar mi relato de vocación sin miedo y con apertura, con cariño y reciprocidad, dando por válido mi testimonio, sin juzgarme ni prohibirme nada"