En tiempos de crisis vocacional La madre Petra y su propuesta carismática para nuestros días.

Una película y un carisma que convoca


He tenido la dicha de participar en unos Ejercicios Espirituales con las Madres de los Desamparados y san José de la Montaña en el Valle de Abdalajís, Málaga, donde nació la madre Petra de san José, su fundadora. Y digo la dicha porque he conocido allí a mujeres de Dios y de los pobres que han dejado una profunda huella carismática en mí. En tiempos en que la Vida Consagrada parece palidecer a causa de haber perdido su mordiente original y profético, me encuentro con unas monjas, dispuestas a todo con tal de servir a los más indefensos, los ancianos y los niños.
La madre Petra, Ana José Pérez Florido, nació el día 7 de diciembre del año 1845, y vivió en ese hermoso Valle de Abdalajís, Málaga, donde descubrió su carisma personal de cuidar a los ancianos más necesitados, conectando así con el servicio evangélico de caridad sin límite que ha caracterizado a tantos santos y fundadores de congregaciones religiosas. Este carisma personal acabó siendo, como todos los dones auténticos, un carisma comunitario y eclesial que llevó a la madre Petra a fundar, en Málaga, una congregación en el año 1880, llamada: “Congregación de Madres de los Desamparados y san José de la Montaña”. Un tiempo éste de final del XIX, donde la vida consagrada creció de manera exponencial en la iglesia porque las necesidades se multiplicaban por doquier en una sociedad que comenzaba a industrializarse de manera descontrolada y la falta de respeto a los derechos humanos, también. Cada tiempo tiene sus luces y sus sombras.
Conocer a estas monjas ha sido para mí una dicha, no solo por su carácter acogedor y cercano sino, sobre todo, por su arraigo carismático y su fuerte compromiso social de consagración. Allí donde trabajan se hace realidad la frase de Jesús a María, la hermana de Marta: "Ha escogido la mejor parte y nadie se la quitará." Mujeres de oración y de entrega diaria, y hasta heroica, allí donde el Espíritu Santo las ha colocado para bien de la Iglesia y de la humanidad.
La Vida Consagra vive hoy momentos de penuria vocacional y, tal vez, lo sea porque no se conocen suficientemente los carismas de la Vida Consagrada. Hace falta una invitación expresa a las gentes: "Venid y lo veréis" y una cambio de estrategia en las maneras y actuaciones. Ya lo decía Jesús: "Echad las redes a la otra orilla de la barca y encontraréis". La propuesta vocacional pasa hoy por la creatividad y la novedad pero, sobre todo, por la fidelidad a los carismas originales en donde se conserva el mordiente más puro del cual parece que nos hemos ido desprendiendo en una carrera por contemporizar y mundanizarnos que no nos lleva a ninguna parte lejos de nosotros mismos.
En la fiesta de la Madre Petra, día 16 de octubre, yo quiero felicitar a todas las Madres de los Desamparados, con la madre Paloma a la cabeza, por su entrega carismática y su estilo de presentar a los ojos del mundo una Vida Consagrada llena de mordiente y de compromiso carismático que toca el corazón.
La madre Petra es una icono de la vida consagra del presente en su hijas y su vida merece ser conocida y dada a conocer. Recientemente ha sido publicada una preciosa película biográfica: " Petra de san José", de 101 minutos de duración, con guión de Pablo Moreno, y fotografía de Rubén D. Ortega, con una fotografía bellísima y un mensaje de esperanza y de espíritu evangélico que conmueve y convoca. Os la recomiendo especialmente.

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