Un "portal de transparencia" poco transparente Otra vez el obispo Taltavull en entredicho

"Purga" en el Santuario de Lluc

Taltavull, el obispo de Mallorca, en prórroga, como ya conté en este blog, no es un obispo de mi devoción. Pero tengo muchos motivos para que no lo sea. Se empeñó durante mucho tiempo en tener metidas en un brete a mi amigas, las monjas Jerónimas de Mallorca, porque mantuvo la inmatriculación que hizo el obispo Salinas, de triste memoria, del Monasterio de Santa Isabel que las Jerónimas han habitado en propiedad desde hace más de quinientos años y las Jerónimas se vieron obligadas a demandar al Obispado si no querían perder la propiedad, hasta que la justicia le dio la razón a las monjas. Pero este obispo ambicioso, a quien no parece preocuparle el dinero de la diócesis, planteó recurso.
Y ahí está todavía pendiente la cuestión. La justicia es lenta, pero es justa. Habla el periodista Joan Miquel Perpinyà, en su Editorial, en términos de "Purga en Lluc". No sabemos si se refiere a la que el obispo va a tener que hacer por no llevar claras las cuentas, o más bien la que él y sus adláteres han hecho con el personal del Santuario de Lluc. En cualquier caso, parece que “purga” ha habido. Curiosamente, en la Hoja
Dominical de la Diócesis el obispo hablaba de los trabajadores y del respeto y derechos que les asisten,
mientras al mismo tiempo despedía a algunos de ellos o les hacía la vida imposible en el Santuario de Lluc. Y es que una cosa es predicar y otra dar trigo. Leo también, en el "Mallorcadiario.com" un Editorial que
destaca en titulares: "La Conducta poco ética del obispo Taltavull". Se dice que ha desembolsado más de 500.000 euros para indemnizar a diez extrabajadores del santuario de LLuc. En ese editorial se le pide transparencia y explicaciones sobre ese desembolso pero el "portal de transparencia del obispado" parece que tiene las persianas cerradas y no entra ni sale un atisbo de brisa. Lo que quiere decir que huele a rancio. Un mal ejemplo para nuestros días y un antitestimonio de nuestra iglesia. ¿Qué esconde el obispo Taltavull? ¿Por qué ese cuantioso desembolso tan significativo, con todas las necesidades pastorales y sociales
que tiene la iglesia de Mallorca? Y, sobre todo, ahora que la Iglesia nos pide que pongamos la cruz en la casilla de la Iglesia Católica en la campaña "Por tantos." Merecemos que este obispo nos dé una explicación o tendremos derecho a pensar mal. Nos preguntamos si la gestión económica de la Iglesia de Mallorca en este momento es ética y profesional.
Los recursos de la Iglesia han de ser utilizados con extrema cautela y prudencia porque son los bienes de los pobres, y además, ha de hacerse con total transparencia. ¿Estas indemnizaciones no esconden detrás asuntos poco limpios? ¿Por qué no se aclara con suficiente urgencia? Se supone que detrás de estas indemnizaciones hay una intrahistoria que parece que muy pocos conocen. Acabamos de saber, además, que el Consell va a duplicar la ayuda para la conservación del Arxiu de Lluc, para la conservación y digitalización de los documentos del archivo del Santuario. Pasan de 35.000 a 70.000 euros. Un motivo más para la clarificación de estas cosas. El dinero del obispado no es del obispo sino de la Iglesia y ésta ha de administrarlo con justicia y caridad, como es de recibo. Creo que necesitamos, desde el espíritu sinodal al que la Iglesia nos invita para evitar ocultamientos extraños, unas explicaciones convincentes del obispado de Mallorca o pensaremos que hay gato encerrado. Lo mejor que podía hacer el señor Taltavull es marcharse ya para el bien de todos. Y si es lejos, mejor.

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