#pascuafeminista2025 No estoy en contra de la ordenación de las mujeres, todo lo contrario...

| Merche Saiz
No estoy en contra de la ordenación de las mujeres, todo lo contrario , pero lo que expongo es lo que realmente sucede y creo que tenemos que levantar la voz y actuar con mucho sentido y con mucha seriedad.
Crítica constructiva a la disidencia femenina en la iglesia:
La creciente demanda de una mayor participación femenina en el sacerdocio dentro de ciertas denominaciones cristianas ha dado lugar a la formación de asociaciones que, en su afán por desafiar las estructuras tradicionales, a menudo caen en las mismas trampas que buscan evitar. Este artículo trata de analizar críticamente una asociación específica de mujeres presbíteras en rebeldía, destacando sus debilidades estructurales, teológicas y de liderazgo, con el objetivo de proponer un camino hacia una disidencia más efectiva y sostenible.
La principal crítica a esta asociación radica en su falta de solidez institucional. La ordenación, aparentemente apresurada, se asemeja más a un acto simbólico de resistencia que a un proceso formativo integral. La ausencia de una formación continua recia, especialmente la limitación al idioma inglés, excluye a una gran parte de las potenciales miembros y perpetúa una brecha de acceso que contradice el espíritu de inclusión que supuestamente defiende. El modelo de formación actual, reducido a un seminario popular a unas unidades no muy sólidas carece de la profundidad teológica y la formación pastoral necesarias para preparar a líderes espirituales competentes. Esta deficiencia se agrava por la inexistencia de una comunicación fluida entre los miembros, controlada por un triunvirato que ejerce un liderazgo dictatorial, opresivo y alejado de los principios de participación y colaboración que deberían regir una comunidad eclesial.
La debilidad estructural se extiende a la ausencia de estatutos claros y concisos, que definan con precisión las funciones, responsabilidades y derechos de sus miembros. La falta de un marco legal y espiritual sólido, basado en una teología profunda y en el seguimiento del Evangelio, deja a la asociación vulnerable a la incoherencia y la falta de dirección. La reunión anual en Estados Unidos, inaccesible para la mayoría de las miembros por razones económicas, evidencia una desconexión profunda entre la dirección y la base, perpetuando una estructura que contradice el espíritu de justicia social que debería animar a una comunidad comprometida con la inclusión y la equidad.
Más allá de la estructura, la asociación adolece de una falta de cohesión interna. La ausencia de un hilo conductor, la falta de renovación en el liderazgo y la incapacidad para atraer y retener a nuevos miembros, indican un problema de identidad y propósito. La ordenación masiva, sin un acompañamiento espiritual adecuado, sin una formación pastoral consistente y sin un verdadero discernimiento vocacional, no solo genera una falta de calidad en el liderazgo, sino que también debilita la credibilidad de la propia asociación. La inclusión de un asesor masculino, a qué criterios responde?.
La crítica más contundente, sin embargo, se centra en la reproducción de los modelos de clericalismo que la asociación busca combatir. El triunvirato ejerce un poder similar al de la curia Vaticana, silenciando las voces disidentes y concentrando el poder en unas pocas manos. Esta falta de transparencia y participación democrática mina la legitimidad de la asociación y la convierte en un reflejo de la misma estructura jerárquica que busca desafiar.
Para alcanzar una verdadera credibilidad, debe emprender una transformación profunda. Es necesario desarrollar un plan estratégico que incluya la creación de estatutos sólidos, la implementación de un programa de formación continua serio y accesible, la promoción de una comunicación abierta y transparente entre los miembros, y la adopción de un modelo de liderazgo participativo y democrático. La formación teológica debe ser profunda y abarcadora, incluyendo la perspectiva de género y la justicia social, para asegurar que las mujeres presbíteras estén equipadas para liderar con eficacia y responsabilidad. La ordenación debe ser un proceso deliberado y selectivo, que priorice la formación, el discernimiento vocacional y el compromiso con el servicio pastoral.
Para llegar al fondo: la disidencia ordenada requiere más que un simple acto de rebeldía. Necesita una base sólida en la teología, la formación y la organización. Solo a través de una reforma profunda y un compromiso genuino con la transparencia, la participación y la justicia, esta asociación podrá convertirse en un agente de cambio efectivo y un modelo inspirador para otras mujeres que se sienten llamadas al ministerio ordenado en plena igualdad en nuestra iglesia. La crítica, aunque dura, es constructiva y tiene como objetivo ayudar a que las mujeres, puedan alcanzar su verdadero potencial y a contribuir a una iglesia más justa e inclusiva.