"Quizá sea el momento de correr el riesgo, lanzarnos a la fusión con esas otras propuestas" Teloniobank

Francisco
Francisco

"El Evangelio llama a hacer transferencias de valores, a fusionar intereses, a buscar nuevos horizontes de gestión"

"A lo mejor ha llegado el momento de “cerrar la sucursal” en la que manoseamos sin tregua monedas de quejas y lamentos por lo que nos está tocando vivir y repasamos cansinamente nuestra cartilla de ahorros"

"Dejemos que la llamada de Jesús despierte al aprendiz de discípulo que llevamos dentro"

Leo la vocación de san Mateo el día de su fiesta, en plena oleada de noticias sobre bancos que se fusionan, en medio del regocijo de unos y de la consternación de otros. También Leví pertenecía al mundo financiero y ahí estaba el hombre, solo y sentado en su telonio, bien instalado, apalancado y aferrado a él: al fin y al cabo – debía pensar- esto me concede poder, estatus, plan de pensiones, fondos de inversión y techo de gasto. Vaya cambio al final de la escena: ahora está sentado a otra mesa junto a Jesús y rodeado de sus amigotes, sin duda tan sinvergüenzas como él pero atraídos también, misteriosamente, por el galileo que había llamado a Leví y había conseguido que se pusiera en pie y mandara al desguace su telonio.

Todo el Evangelio está ahí, en esta imperturbable confianza en la posibilidad de cambio de cada uno de nosotros, por poco que dejemos que la llamada de Jesús despierte al aprendiz de discípulo que llevamos dentro. Cuando ese gen se activa en nosotros, lo demás viene solo: transferencias de valores, fusión de intereses, nuevos horizontes de gestión. A lo mejor ha llegado el momento de “cerrar la sucursal” en la que manoseamos sin tregua monedas de quejas y lamentos por lo que nos está tocando vivir y repasamos cansinamente nuestra cartilla de ahorros, echando cuenta de las pérdidas que nos ha generado la pandemia.

Francisco, en la Fratelli tutti, habla de actitudes que “nutren el desencanto y la desesperación y nos hunden en el desaliento”. Por eso llama a “pensar y gestar en un mundo abierto”, a “crear vínculos y ampliar la existencia”, a reinventar el cuidado y la hospitalidad. La verdad es que el espacio vital que describe es mucho más atrayente que nuestro ruinoso telonio. Quizá sea el momento de correr el riesgo, lanzarnos a la fusión con esas otras propuestas y dejarnos tentar por algo que nos anuncia algo mejor que  gordo de la lotería: “¿Y si cae aquí? ¿Cómo dejar escapar lo que podría ser el gran  pelotazo de tu vida?”

(21RS Noviembre 2020)

2020
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