¡Cuánto hay detrás de estas 4 palabras!… éste es el lema de un día que jamás debería de existir en el calendario: La jornada mundial contra la trata, que desde al año 2015, el Papa Francisco convoca cada 8 de febrero. Fecha en la que se recuerda a Santa Josefina Bakhita. Religiosa sudanesa que padeció la esclavitud en su niñez. Tratada como mera mercancía y no es algo de lo que estemos hablando en pasado, porque hoy, en pleno siglo XXI, junto al comercio de armas, es lo que más dinero mueve.

Se sigue traficando con mujeres y niñas como diversión y entretenimiento del hombre, tratándolas como producto más de consumo, rigiéndose por la ley de la oferta y demanda.

Se siguen vulnerando derechos tan fundamentales como la libertad, igualdad, dignidad, seguridad etc… Obligadas a prostituirse, muchas de ellas por su condición de inmigrantes, pobreza o provenientes de una guerra entre otras muchas cosas.

Las mafias siguen latentes porque son rentables, sin derechos y mano de obra barata, cuyo final muchas veces es la enfermedad como el sida, traumatizadas para el resto de sus vidas o incluso la muerte.

Tengo el gran privilegio y regalo de  conocer a las Oblatas del Santísimo redentor cuya misión son las mujeres que ejercen la prostitución y / o son víctimas de trata para la explotación sexual y cuya fundadora es la madre Antonia María de la misericordia, de la que acaban de terminar el rodaje de la película “si todas las puertas se cierran” en la que se cuenta la vida de ésta gran mujer y misión y cuya trama es la prostitución y trata de personas.

No olvidemos las palabras del lema de este año: DIGNIDAD. Algo que toda persona debería de traer consigo cuando nace porque es un valor intrínseco que nadie debería arrebatarnos…