En esta Cuaresma, respiremos esperanza.

En esta Cuaresma, respiremos esperanza.
En esta Cuaresma, respiremos esperanza.

Amig@s entramos un año más en un tiempo que no tendría por qué ser triste ni gris. No tengamos tendencia a quedarnos en la cruz y en la muerte, cuando nos espera la luz, la gracia, la vida…

La Iglesia utiliza el morado para diferenciarlo del tiempo ordinario, y eso hace que tengamos tendencia a quedarnos en la penitencia, como si nos volviésemos cómodos y prefiriésemos quedarnos en la pena, en la tristeza. Pero creo que bastante dolor, bastante sufrimiento hay ya en este mundo, como para que los cristianos nos quedemos ahí…

En la Cuaresma tenemos que ser capaces de experimentar de una manera especial la Misericordia, la luz, la esperanza, el perdón… Es tiempo de desempolvar el trastero, de sacar y tirar aquello que guardamos y que no nos deja avanzar. ¡¡abramos las ventanas y dejemos que, entre la luz, la vida!!

Iniciamos un camino en el que nos encontramos con herman@s nuestros heridos por la vida, excluidos, pero ¡ay amig@s!, no podemos seguir dando un rodeo y pasar de largo como hicieron el sacerdote y el levita. No seamos de los que no tenemos tiempo, de los que nos pasamos el día arrodillados y con las manos juntitas, para que sean los otros los que se metan en el fango. Sé que es mas fácil hacer eso, pero no caigamos en la tentación… ¡Arremángate, acompaña una soledad, presta un servicio, escucha, acércate! herman@s, no pasemos de largo. Aprendamos a llorar con el que llora y a reír con el que ríe…

Esa Misericordia que Dios tiene contigo, conmigo, ténganosla también nosotros con los demás.

Hay una frase que una vez me dijo mi querido y gran amigo Pepe Castillo y que nunca olvidaré: “peor y más dañina que la violencia de los violentos, es la indiferencia de los indiferentes” … Mucho he aprendido de éste gran maestro, de quien tuve la gran suerte de ser discípula.

Amig@s, es el momento de poner en practica las palabras de (Mt 12,7):

“Misericordia quiero y no sacrificios”.

Volver arriba