Dar está bien, pero mejor es darse

Dar está bien, pero mejor es darse
Dar está bien, pero mejor es darse

¿Quién no se ha encontrado a lo largo del día a alguien en la calle que le ha tendido la mano pidiendo una moneda para comer?…

Por desgracia es algo tan habitual que prácticamente ya ni nos interroga porque lo hemos relativizado tanto, que ha llegado a formar parte casi de nuestro día a día… pero detrás de esa mano tendida, hay una persona. Quizá con una verdadera necesidad de hacerlo, o puede que no, que también los hay, pero no entremos en eso. La tendencia que tenemos ante ello es como mucho  dar una moneda para acallar nuestra conciencia y seguir nuestra rutina, pero como dice el inicio de este compartir, “dar está bien, pero es mejor darse”. Una frase que leí en algún lugar y que se me quedó en el corazón.

Darse implica tiempo, algo de lo que normalmente carecemos, entonces lo suplimos de diferentes maneras, pero las personas necesitamos que alguien nos escuche, que te cojan una mano o simplemente que esté, sin más…

No acallemos nuestra conciencia con una moneda. Recordemos el Evangelio de Mt 25. Es verdad que a nadie nos sobra el tiempo y menos hoy día, pero demos la vuelta a la pregunta. Pongámonos en el lugar del otro antes de actuar y preguntémonos: ¿Cómo me gustaría que me tratasen a mí, que me ignoren o quizá que alguien se moleste por lo menos en levantar la vista y ver que quien tiene delante es una persona?...

Volver arriba