Hoy me voy de un extremo al otro, al alfa y omega; al blanco o negro; a la huella o a la cicatriz…entre una y otra nos separa un abismo. Las huellas no se olvidan, tampoco las cicatrices. Ambas perduran en el corazón aunque de manera diferente ya que estas últimas, forman parte del dolor, de las heridas que las ocasionan.
Cada persona que pasa por nuestra vida deja un poco de sí misma, pero también hay otros que no nos dejan, nada excepto dolor, por lo que es importante saber alejarnos de ellas lo máximo posible, aunque las heridas también tienen su parte positiva, y es que nos hacen madurar y abrazar el sentido de la vida. Cuántas personas han pasado por nuestra vida, que hubiéramos deseado que no lo hubieran hecho por el dolor que nos han causado y cuantas nos dejaron una huella difícil de olvidar…. la cara y la cruz de la vida…
Ambas cosas son un camino de crecimiento, de una manera u otra, siempre dejamos algo en los demás, unas más transcendentes que otras…
Al final de la vida nos examinaran del amor, seguro que os suena esto…Pensemos como queremos que nos recuerden los demás cuando no estemos. Es algo que solo depende de nosotros y mientras hay vida , el cambio forma parte de ella…