Para ti Toni

Para ti Toni
Para ti Toni

Hoy hace un mes que, de puntillas, como solías hacerlo todo, nos dejaste. Estoy segura de que todos o casi todos los que hemos tenido la GRAN SUERTE, y lo pongo con mayúsculas porque así lo siento, de conocerte y tratarte, nos has dejado un poco o bastante huérfanos… No nos dio tiempo a despedirnos, ni a agradecerte tanto como nos has dado a cada uno… No tengo palabras, porque contigo siempre es difícil encontrar las palabras…; así eras y eres, porque sigues siéndolo: TODO.

La vida o el tiempo dicen que cura las heridas; pero ésta es demasiado honda y deja una cicatriz difícil de curar. Creo que seguirá presente por mucho tiempo.

Sé que soy la menos indicada para hablar de ti porque eres demasiado grande para hacerlo y yo me siento demasiado pequeña ante ti. También sé que me estás diciendo: “anda, anda, haz el favor de callarte”. Sé que ya se han dicho muchas cosas, pero necesitaba hacerlo, necesitaba de alguna forma darte las gracias por todo lo que me has dado a lo largo de tantos años.

Eras consciente de que quizá tu corazón no resistiría el ritmo al que lo sometías, pero no te importó, desafiaste a la vida. Quisiste darlo todo, hasta tu último latido de vida, como Jesús, HASTA EL FINAL y así lo hiciste, sin titubear…

Siempre me hablabas de un Dios carnal que sale cada día a nuestro encuentro en lo pequeño, en lo que nos pasa desapercibido; es lo que tú siempre has tenido presente, y por eso me insistías tanto. Un Dios que se identifica con los crucificados de la historia. Supiste empaparte del Evangelio, del amor de Dios y eso fue lo que siempre me transmitías, esa fue tu herencia para quienes te conocíamos. Espero poder estar a la altura…

Se nos fue tu persona, pero nos queda tu legado, tus libros, escritos, conferencias y sobre todo tu vida, tu gran ejemplo de vida…

Toni, allá donde estés, acompaña mi caminar para saber encontrar a Jesús junto a los pobres y excluidos, no desde arriba, sino junto a… como tu hacías.

Gracias por dejarme formar parte de TU VIDA.

Volver arriba