La cara y la cruz de una inútil guerra

La cara y la cruz de una inútil guerra
La cara y la cruz de una inútil guerra

Creo que la mayoría de las personas aún seguimos en shock por las imágenes que nos siguen llegando cada día. Si nosotros nos sentimos así, no puedo imaginar cómo están nuestros hermanos ante un acontecimiento que nunca debería de haber pasado y, sin embargo, la historia, se vuelve a repetir. Es como si no aprendiésemos de los errores, pero es que así somos las personas…

Sin embargo, en medio de todo este horror del miedo, de tener que dejar en horas toda una vida atrás, Dios nos sigue regalando un rayo de luz, y ese rayo, es la gran solidaridad y generosidad de tantas y tantas personas traducido en una realidad y no solo en palabras.

El mundo se desvive arropando y acogiendo a estos hermanos nuestros que abandonan sus casas y sus vidas como pueden. Se les acoge y asiste con los medios que tenemos, intentando darles lo mejor y como siempre, son los niños, los pequeños que no entienden lo que está pasando y siguen jugando con lo que cae en sus manos. ¡Ellos son los que transforman los discursos de odio en ternura…!

Aprendamos de ellos. Es verdad que estos hermanos nuestros no volverán a tener una vida digna en su país, pero del sufrimiento y de las cenizas también mana la fuerza para seguir luchando…

Volver arriba