¿Por qué decimos lo que no hacemos?

¿Por qué decimos lo que no hacemos?
¿Por qué decimos lo que no hacemos?

Demasiado a menudo decimos una cosa y hacemos otra, prometemos un cambio sabiendo que es imposible, ¿por qué ésta aptitud, qué ganamos con ello? quizá, lo único que ganemos, sea la desconfianza del otro…

¿Cuántas veces somos fachadas? No dejamos al otro penetrar en nuestro sentir, en nuestro ser, ¿por miedo a qué? ¿A que cambie nuestra imagen, a dejar de ser maravilloso para el otro? ¿A dónde nos conduce esa forma de ser? solo al engaño personal, no más lejos…

Aprendamos a entender que somos barro, no dioses y que la sencillez y la humildad es lo que hace a las personas grandes por dentro y por fuera. No olvidemos que se nos ha creado como personas únicas e irrepetibles y que si nuestro creador te ha hecho como eres y Él te acepta tal cual, ¿por qué tu no? Aprendamos a querernos, a vivir con el barro que somos. Somos lo que somos y como somos y eso es lo que nos hace grandes. Eso no significa que nos conformemos con lo que somos, trabajemos por alcanzar aquello que queramos, pero asumiendo nuestras limitaciones. No seamos orgullosos, no pretendamos ser aquello que no somos porque solo conseguiremos hacer daño y dejar víctimas a nuestro alrededor…

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