Un tal día como hoy…

Hay dos personas que llevo muy en el corazón. Una es Pedro Casaldaliga + 8-8-20 y la otra Toni Catalá + 8-8-21. Los dos un 8 de agosto. No pude compartirlo con vosotros  ese día, pero quiero hacerlo hoy, un mes después.

Ambos me enseñaron a vivir el Evangelio desde abajo, al lado de, junto a… y no mirando desde arriba. Ambos me enseñaron a conocer más a Jesús y a no olvidar que sus privilegiados son los que nosotros dejamos a un lado “porque no producen” “porque no podemos sacar nada de ellos” pero ambos, también me enseñaron, que solo desde ahí podría encontrar a Jesús de Nazaret y ahí lo he buscado y ahí lo he encontrado.

Pedro siempre me decía: Ana, reza desde ellos, desde sus vidas desde su ser de pobreza, cógete una frase del Evangelio que te llame la atención por algo y quédate en ella, párate ahí y rézala a lo largo de la jornada, me lo decía a menudo para que no lo olvidara nunca…

Y Toni, mí querido Toni; otro regalo de Dios en mi vida. Siempre de un lugar a otro, dando lo que tenía y a quien más amaba: a Jesús.  Cuando regresaba de cualquier viaje, siempre llamaba o escribía. Me enseñó el silencio, a saber valorar, a dar gracias, no solo a pedir. Decía que se sentía un privilegiado por poder conocer tantos contextos. Me enseñó la fidelidad, aprendí a “agarrarme” en los momentos difíciles…

Ahora no los tengo, como a tantos otros, pero allá donde estén, seguro que me y nos cuidan…

Gracias Pedro, Gracias Toni por el regalo de vuestras vidas para tantos de nosotros.

Sabemos y creemos que nuestra vida no termina en la muerte, se transforma, y en algún momento, nos encontraremos con vosotros…

Volver arriba