Amigos que compartís conmigo este minuto. La semana pasada os hablaba de la humildad, algo que me parecía importante. Hoy pensaba en algo igual o más de importante como puede ser la honestidad, ambas cosas unidas entre sí. Es importante saber ser honestos con nosotros mismos para poder serlo también con los demás, ya que de lo contrario, estás provocando a las personas más cercanas un rechazo constante. No olvidemos que nuestra forma de comportarnos siempre trae consigo unas consecuencias que tendremos que asumir.

Ser honestos no significa ser menos que nadie, simplemente reconocernos como somos.

Cuando queremos evitar esto y nos pillan en algo que no es correcto, lo que hacemos es poner una excusa encima de otra para intentar justificar lo injustificable, a veces incluso llegando a creerse sus propias excusas utilizando el termino de” mentiras piadosas”.

Si esa es nuestra forma de proceder, llegara un momento en el que seremos rehenes de nuestras propias mentiras, intentando enmascarar un fracaso por no haber sabido estar a la altura que nos corresponde. Sin embargo, en lo más profundo de nosotros, sabemos que solo son justificaciones para quedar bien que nos están impidiendo, cada vez con más frecuencia, ver la realidad que tenemos delante y asumirla.

No olvidemos que la utilidad de la palabra PERDON, no está de más, para que nos ayude y permita mirarnos con mayor honestidad y aceptación.