Un santo para cada día: 10 de febrero Santa Escolástica: la hermana gemela de San Benito

San  Benito y Santa Escolástica
San Benito y Santa Escolástica

“Yo te pedí que te quedaras y no me hiciste caso, por eso acudí a quien sabía que me escucharía”.En el lugar del prodigio se levanta la Iglesia del Coloquio. En su recuerdo se la invoca contra los rayos y para obtener la lluvia

Nació en Nursia (Italia) a finales del siglo V se dice que sus padres fueron Eutropio y Abundancia seguramente pertenecientes a la nobleza. Como hermana gemela que fue de Benito es de suponer que estuvo muy ligada a él compartiendo ambos sus juegos y quehaceres durante la niñez.

Escolástica desde muy jovencita fue consagrada al servicio divino, una vez de haber muerto su madre. Cuando S. Benito fundó el Monasterio de Montecasino, ella se instaló en otro Monasterio cercano, decidida a llevar con sus religiosas, de las que era abadesa, la misma vida que llevaban los monjes. San Benito hizo para ellas una regla similar a la suya.

Los dos hermanos solo se veían una vez al año. Como ella no podía entrar al Monasterio de su hermano, salía él y se encontraban en la casa de unos amigos.

La última vez que se vieron fue el primer jueves de cuaresma del año 547. Ella, presintiendo que era la última vez que se verían, le pidió a Dios que hiciera algo para que su hermano no se marchara, entonces comenzó una fuerte tormenta y así pudieron pasar toda la noche hablando. Ante el reproche de su hermano al ver lo que ella había hecho, esta le dijo: “Yo te pedí que te quedaras y no me hiciste caso, por eso acudí a quien sabía que me escucharía”.En el lugar del prodigio se levanta la Iglesia del Coloquio. En su recuerdo se la invoca contra los rayos y para obtener la lluvia.

Santa Escolástica

Ella falleció a mediados del VI a los tres días de este encuentro y su hermano, estando en oración, vio el alma de su hermana como una blanca paloma, que saliendo de su cuerpo, ascendía al cielo. San Benito murió cuarenta días después. Fueron enterrados juntos.

Todo esto lo narra San Gregorio Magno en los capítulos 33 y 34 del II libro de los DIÁLOGOS.

Reflexión desde el contexto actual

Cuando hoy en día existe tanto desafecto, cuando están a veces tan desunidas las familias y los hermanos enfrentados entre sí por intereses tan contrapuestos , emociona ver cómo éstos dos contemplativos apartados del mundo, seguían queriéndose y necesitándose mutuamente. No eran solo mellizos en cuanto al cuerpo, sino que realmente eran dos almas gemelas.

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