Itinerario de formación y oración Los jesuitas cubanos abren los actos del 500 aniversario de la conversión de San Ignacio

500 años de la conversión de San Ignacio de Loyola
500 años de la conversión de San Ignacio de Loyola

Repasando nuestra vida, preguntémonos: ¿qué lugar ha tenido la devoción a María en nuestro camino de conversión? ¿Estamos atentos a nuestras mociones para conocer la voluntad de Dios? ¿Vivimos nuestra vida en una peregrinación interior?

La Compañía de Jesús se dispone a celebrar en todo el mundo los 500 años de la conversión de San Ignacio de Loyola. En Cuba este jubileo se ha diseñado desde un Itinerario de formación y oración. 

Para el mes de agosto en las redes de la Compañía de Jesús en Cuba se ha compartido la siguiente reflexión perteneciente a la etapa de Aránzazu:


Repasando nuestra vida, preguntémonos: ¿qué lugar ha tenido la devoción a María en nuestro camino de conversión? ¿Estamos atentos a nuestras mociones para conocer la voluntad de Dios? ¿Vivimos nuestra vida en una peregrinación interior?

“A pagar una promesa a la Virgen de Aránzazu”, fue la razón que dio Ignacio para dejar su casa de Loyola, ya recuperado de su larga y difícil convalecencia.

Cabalgando en una mula llegó a la ermita de Nuestra Señora de Aránzazu y allí hizo voto de castidad a la Virgen, como fruto de su incipiente conversión, tras haber tenido una vida desordenada.El fruto espiritual de esta vigilia queda recogido en una carta del propio Ignacio a Francisco de Borja en 1554: “Cuando Dios, Nuestro Señor, me hizo merced para que yo hiciese alguna mutación de mi vida, me acuerdo haber recibido algún provecho en mi ánima velando en el cuerpo de aquella iglesia de noche”.

Ignacio de Loyola quería a su gente
Ignacio de Loyola quería a su gente



A esta etapa corresponde el querer hacer grandes penitencias para imitar a los santos, el conocido episodio con el moro en defensa del honor de la Virgen y el cambio de sus vestidos por los de peregrino, ropa áspera con un solo pie calzado. El peregrinar que ha iniciado Ignacio es exterior pero, sobre todo, interior.Aún no tiene todas las herramientas que necesita para la conversión, sabe que precisa discernir las mociones internas y que le falta discreción para conocer la voluntad de Dios, pero tiene el deseo de buscar la mayor gloria de Dios y aprender cómo hacer para agradarle. 

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