"No volverá a haber nadie como él", sostiene su biógrafo, Peter Seewald Benedicto XVI estuvo enamorado, durante años, de una mujer

El pontífice emérito niega la teoría de los 'dos papas': “La afirmación de que intervengo regularmente en los debates públicos es una distorsión maliciosa de la realidad”

Seewald ataca a Hans Küng: "Ningún otro teólogo ha servido más a la prensa antieclesiástica"

“¿Estuvo usted enamorado de una chica?” “Tal vez”. “¿Entonces sí?” “Uno podría interpretarlo de esa manera”. “¿Cuánto tiempo duró este doloroso tiempo? ¿Unas pocas semanas? ¿Unos pocos meses?”. “Más tiempo”. De este modo, Joseph Ratzinger confesó a su biógrafo, Peter Seewald, que estuvo enamorado durante años de una mujer, de la que no revela su nombre ni si sigue viva.

Esta y otras confesiones ven la luz en 'Benedicto XVI. Mi vida' (Droemer Knaur). En España lo publicará el sello Mensajero del Grupo de Comunicación Loyola. Se trata de la biografía 'definitiva' del Papa emérito, en la que Ratzinger arremete contra el matrimonio homosexual, al que compara con el Anticristo, y denuncia que “se quiere acallar mi voz”.

“La afirmación de que intervengo regularmente en los debates públicos es una distorsión maliciosa de la realidad”, subrayó Benedicto XVI ante las acusaciones de promover, o aceptar un 'doble papado', con polémicas como la del 'no-libro' firmado al alimón con Robert Sarah.

Portada del libro de Ratzinger
Portada del libro de Ratzinger

En una entrevista promocional, Seewald niega que Ratzinger sea “un Papa en la sombra”, y arremete contra Hans Küng, el rival teológico de su biografiado. “Ningún otro teólogo ha servido más a la prensa burguesa-liberal, hasta antieclesiástica, que el suizo (…). Küng hacía declaraciones y recibía una benevolencia que ya rayaba en la veneración a los santos”, añade Seewald, quien sostiene que el “trauma” de Tubinga, que hizo al hoy Papa emérito abandonar sus tesis progresistas, es una de las tesis del libro, y de la vida de Ratzinger.

Practicar con una muñeca

Entre las anécdotas, Seewald relata cómo, en sus primeros tiempos como sacerdote, Ratzinger practicaba el bautismo con una muñeca, y cómo se vistió de San Nicolás en una fiesta siendo arzobispo de Münich, o cuando provocó una inundación durante un simulacro de incendio en el seminario de Frisinga.

“Ratzinger nunca fue tan progresista como se decía, pero tampoco tan conservador”, relató su biógrafo. “Tal vez la gente sólo aprecie plenamente el significado de su trabajo después de su muerte. En todo caso, no volverá a haber nadie como él”.

Hans Kung, teólogo
Hans Kung, teólogo CNS/Harald Oppitz, KNA

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