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El secretario vaticano pide "palabras fuertes y sin titubeos" para iluminar al país "en tiempos difíciles"
(Vatican News).- Camerún «siempre ha sido considerado una tierra de esperanza»: Monseñor Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales, parte de este énfasis en su largo discurso del 15 de noviembre a los miembros de la Conferencia Episcopal Camerunesa, reunidos en Mvolyé-Yaoundé. A los prelados, monseñor Gallagher les trae el saludo y la bendición del Papa Francisco, así como ánimos para la misión evangelizadora y para una Iglesia sinodal. Llegado al país africano el 14 de noviembre, monseñor Gallagher permanecerá allí hasta el próximo lunes 18 de noviembre.
El motivo de la visita es el décimo aniversario de la firma del Acuerdo Marco entre la Santa Sede y Camerún, fechado el 13 de enero de 2014. Un acuerdo, dice el representante vaticano, que representa «un instrumento de suma importancia» para reforzar los lazos entre la Iglesia y el Estado local «en favor del desarrollo integral de todos los cameruneses», así como «en favor de la paz y la prosperidad común».
La reconciliación es también la misión de la Iglesia, añadió el arzobispo, exhortando a los prelados cameruneses a «no hesitar en hacer oír la voz de la Iglesia en el país», ejerciendo sus deberes pastorales «en una dimensión profética». «Saben hasta qué punto pueden ser un signo de consuelo y de esperanza no sólo para sus fieles, sino también para sus compatriotas en general», reiteró monseñor Gallagher a los miembros de la Conferencia Episcopal, invitándoles a hablar «con una sola voz y con la fuerza del Evangelio, palabras fuertes y sin titubeos» para iluminar al país «en tiempos difíciles». De ahí el llamamiento a la «unidad en la diversidad», porque sólo así los obispos cameruneses podrán hacer frente a «los numerosos desafíos pastorales que presentan la sociedad y la cultura modernas», entre ellos «el fenómeno migratorio, la corrupción y la injusticia».
Monseñor Gallagher dedicó un párrafo de su largo discurso al tema de la libertad religiosa. Expresando su aprecio por las «relaciones de cordialidad y corresponsabilidad en el respeto mutuo» que existen entre la Iglesia y el Estado del país africano, el representante de la Santa Sede recordó la Doctrina Social y afirmó que «el deber de respetar la libertad religiosa exige que la comunidad política garantice a la Iglesia el espacio de acción necesario». «La Iglesia en Camerún -añade- no puede ser considerada como una organización no gubernamental, ni como ningún tipo de asociación, sino como socia del Estado», en el respeto de sus respectivas autonomías. En este sentido, el secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales insta a la Conferencia Episcopal a «insertarse plenamente en el diálogo social y político y a comprometerse sin vacilaciones con los poderes públicos» para darles a conocer «la realidad social de la enseñanza de la Iglesia».
Por último, con vistas al próximo Jubileo, Monseñor Gallagher invita a los prelados cameruneses a «mantener viva la llama de la esperanza» prosiguiendo con valentía la misión al servicio de la Iglesia y de la sociedad, y anunciando el Evangelio.
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