Junto a ellos, el papa Francisco también nombró a tres arzobispos de diversas regiones del planeta Gambetti y Becquart, miembros del Dicasterio para la Comunicación

Hermana Nathalire Becquart
Hermana Nathalire Becquart

El arcipreste de la Basílica de San Pedro, el cardenal Mauro Gambetti, y la subsecretaria del Sínodo de los Obispos, la religiosa javeriana francesa Nathalie Becquart, fueron nombrados hoy por el Papa Francisco

También lo fueron tres arzobispos de distintas regiones del mundo, entro ellos Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo en Argentina, secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)

Vatican News - Cinco nuevos miembros del Dicasterio para la Comunicación han sido nombrados hoy por el Papa Francisco. Entre ellos está el cardenal Mauro Gambetti, a quien el Pontífice eligió el 20 de febrero como arcipreste de la basílica de San Pedro, su vicario general para la Ciudad del Vaticano y presidente de la Fábrica de San Pedro, sucediendo al cardenal Angelo Comastri.

La hermana Nathalie Becquart, nombrada el 6 de febrero subsecretaria del Sínodo de los Obispos, la primera mujer que ocupa este cargo, se convirtió también en miembro del Dicasterio para la Comunicación.

Basílica de San Pedro, exteriores.

También tres arzobispos son nuevos miembros

Junto a ellos, el Papa Francisco también nombró a tres arzobispos: monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo en Argentina, secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM); monseñor Borys Gudziak, arzobispo de Filadelfia de los Ucranianos en Estados Unidos; y monseñor Emmanuel Adetoyese Badejo, obispo de Oyo, Nigeria, quien está muy comprometido con la promoción de la coexistencia pacífica en el país africano, azotado desde hace tiempo por un clima de inseguridad y miedo.

El Dicasterio para la Comunicación tiene la tarea de reestructurar, mediante un proceso de reorganización y agrupamiento, todas las realidades que, en diversos modos, se han ocupado de la comunicación hasta el día de hoy, con el fin dar una respuesta óptima a las exigencias de la misión de la Iglesia.

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