Recuerda a “los miles de emigrantes que tratan de cruzar la selva del Darién” y mueren en el intento El Papa denuncia: “En Gaza, civiles inermes son objeto de bombardeos y de disparos, incluso en el interior del complejo parroquial de la Sagrada Familia”

Los Bambinelli ante el Papa
Los Bambinelli ante el Papa

También denuncia el asesinato de dos mujeres en un templo, “donde no hay terroristas, sino familias, niños, personas enfermas y discapacitadas y religiosas”

"El Bautista es ciertamente un hombre extraordinario. La gente acude a escucharle atraída por su forma de ser, coherente y sincera"

"Personas como él, rectas, libres y valientes, son figuras luminosas, fascinantes: nos inspiran a salir de la mediocridad y a ser a su vez modelos de buena vida para los demás"

"Cada uno de nosotros, con el servicio, la coherencia, la humildad, con el testimonio de vida -siempre con la gracia de Dios- puede ser una lámpara que brilla"

En su catequesis desde la cátedra de la ventana, el Papa Francisco invita a los creyentes “a ser hombres y mujeres que reflejen a Jesús, la luz que viene al mundo”, glosando la figura de Juan Bautista. Para Francisco, el Bautista “es un hombre extraordinario”, coherente y sincero, que “sirve sin buscar honores ni protagonismo” y cuyo testimonio “llega a través de la franqueza de su lenguaje, la honestidad de su comportamiento, la austeridad de su vida”. Por eso, como él, podemos ser “una lámpara que brilla”.

Tras el ángelus, el Papa recuerda la tragedia de los miles de personas que tratan de cruzar la selva del Darién. “Engañados” por la mafias, muchos mueren en el intento, ante el silencio ominoso de la comunidad internacional, a la que el Papa pide una respuesta humanitaria.

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Bambinelli en Roma
Bambinelli en Roma

Además, denuncia con fuerza la muerte de dos mujeres en la parroquia católica de la Sagrada Familia de Gaza, “donde no hay terroristas” y donde hasta han sido atacadas las monjas de la Madre Teresa.

Catequesis del Papa

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! 

Hoy, tercer domingo de Adviento, el Evangelio nos habla de la misión de Juan Bautista (cf. Jn 1,6- 8.19-28), indicándolo como profeta enviado por Dios para "dar testimonio de la luz" (v. 8). Reflexionemos sobre esto: dar testimonio de la luz. ¿Cómo es el testimonio de Juan? ¿Y qué luz nos muestra? 

El Testimonio. El Bautista es ciertamente un hombre extraordinario. La gente acude a escucharle atraída por su forma de ser, coherente y sincera (cf. vv. 6-7). Su testimonio llega a través de la franqueza de su lenguaje, la honestidad de su comportamiento, la austeridad de su vida. Todo ello le diferencia de otros personajes famosos y poderosos de la época, que invertían mucho en la apariencia. Personas como él, rectas, libres y valientes, son figuras luminosas, fascinantes: nos inspiran a salir de la mediocridad y a ser a su vez modelos de buena vida para los demás. El Señor envía hombres y mujeres así en todas las épocas. ¿Sabemos reconocerlos? ¿Intentamos aprender de su testimonio, cuestionándonos incluso a nosotros mismos? ¿O nos dejamos encantar por personajes de moda? 

Juan es luminoso porque da testimonio de la luz. Pero, ¿cuál es su luz? ¿Sólo la de su justicia, la de su compromiso? Él mismo nos responde, cuando dice claramente a la multitud, que se ha congregado para escucharle, que él no es la luz, que él no es el Mesías (cf. vv. 19-20). La luz es Jesús, el Cordero de Dios, "Dios que salva", como dice su nombre. Sólo Él redime, libera, cura e ilumina. Por eso Juan es una "voz" que acompaña a los hermanos a la Palabra; sirve, sin buscar honores ni protagonismo: es una lámpara, mientras que la luz es Cristo vivo (cf. vv. 26-27; Jn 5,35). 

Hermanos y hermanas, el ejemplo de Juan Bautista nos enseña al menos dos cosas. En primer lugar, que no podemos salvarnos a nosotros mismos: sólo en Dios encontramos la luz de la vida. En segundo lugar, que cada uno de nosotros, con el servicio, la coherencia, la humildad, con el testimonio de vida -siempre con la gracia de Dios- puede ser una lámpara que brilla y ayudar a los demás a encontrar el camino para encontrarse con Jesús. 

Bambinelli

Por eso nos preguntamos: ¿cómo puedo yo, en los ambientes en los que vivo, no un día lejano, sino ya ahora, en esta Navidad, ser un testigo de luz, un testigo de Cristo? ¿Cómo puedo, en los múltiples encuentros, en las conversaciones, en las celebraciones de los próximos días, dar testimonio de "la luz verdadera" (Jn 1,9), es decir, del Señor Jesús, que brilla en mi vida, para que también los demás lo conozcan y se alegren en Él? 

Que María, espejo de santidad, nos ayude a ser hombres y mujeres que reflejen a Jesús, la luz que viene al mundo. 

Saludos tras el ángelus

Ayer, en el santuario de Nuestra Señora de Luján, en Argentina, ha sido beatificado el cardenal Eduardo Pironio, pastor humilde y excelente testimonio de la esperanza, defensor de los pobres. Colaboró con el Papa Juan Pablo II en la promoción de las Jornadas mundiales de la Juventud. Que su ejemplo nos ayude a ser Iglesia en salida, que se hace compañera de camino de todos, especialmente de los más débiles. Un aplauso al nuevo beato.

Deseo hoy recordar los miles de emigrantes que tratan de cruzar la selva del Darién, entre Colombia y Panamá. Se trata, a menudo de familias con niños, que se aventuran en recorridos peligrosos, engañados por los que falsamente les prometen una vía breve y segura, pero son maltratados y desvalijados. No pocos pierden la vida en esa jungla. Es necesario el esfuerzo conjunto de los países más directamente implicados y de la comunidad internacional, para evitar que esta trágica realidad pase en el silencio y para dar, unidos, una respuesta humanitaria.

No olvidemos nuestros hermanos que sufren por la guerra en Palestina, en Ucrania y en Israel y en otras zonas de conflicto. Que la cercanía de Navidad refuerce el empeño por abrir caminos de paz.

Bambinelli ante el Papa

Sigo recibiendo de Gaza noticias muy graves y dolorosas. Civiles inermes son objeto de bombardeos y de disparos, incluso en el interior del complejo parroquial de la Sagrada Familia, donde no hay terroristas, sino familias, niños, personas enfermas y discapacitadas y religiosas.

Una mujer, Narma Khalil Anton y su hija Samara han sido asesinadas y otras personas han sido heridas por francotiradores, mientras iban al baño. Ha sido atacada la casa de las hermanas de la Madre Teresa y alcanzado su generador.

Algunos dicen es el terrorismo y la guerra. Sí, es la guerra y el terrorismo. Por eso, la Escritura dice que Dios hace cesar las guerras, destruye los arcos y rompe las lanzas. Recemos al Señor por la paz.

En el día de la bendición de las estatuillas del Niño Jesús. Las bendigo. Y al bendecirlas, os pido que recéis por los niños que vivirán una Navidad difícil en los lugares de guerra, en los campos de refugiados y en situaciones de gran miseria. Gracias por vuestra oración y Feliz Navidad.

Guerra en Gaza

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