Mensaje del Papa a los 500 años del movimiento menonita en Zurich El Papa, a los anabaptistas: "Cuanto más unidos estén los cristianos, más eficaz será nuestro testimonio por la paz"

Oración por la unidad
Oración por la unidad Agencia Flama

"Nuestro continuo camino de curación y fortalecimiento de la fraternidad desempeña un papel fundamental, porque cuanto más unidos estén los cristianos, más eficaz será nuestro testimonio de Cristo, Príncipe de la Paz, en la construcción de una civilización del encuentro y del amor"

"Al impartir su gran don de la paz, Cristo fue sensible a la experiencia de los discípulos, sus amigos, y no ocultó los signos de su Pasión aún visibles en su cuerpo glorioso"

500 años del movimiento anabaptista. El Papa León XIV, ha enviado un mensaje a los participantes en los actos de conmemoración, que se celebran en Zurich, en el que ha realizado un llamamiento a apostar por la unidad  en mitad de "nuestro mundo desgarrado por la guerra".

"Nuestro continuo camino de curación y fortalecimiento de la fraternidad desempeña un papel fundamental, porque cuanto más unidos estén los cristianos, más eficaz será nuestro testimonio de Cristo, Príncipe de la Paz, en la construcción de una civilización del encuentro y del amor", escribió Prevost, insistiendo en el "gran don de la paz" que no hay que cansarse de forjar. 

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"Al impartir su gran don de la paz, Cristo fue sensible a la experiencia de los discípulos, sus amigos, y no ocultó los signos de su Pasión aún visibles en su cuerpo glorioso", recalcó el Papa, quien invitó a todos los cristianos a "estar abiertos a los dones del Espíritu Santo", para "sumergirse en la radical novedad de la fe y de la vida cristiana". Un deseo de renovación, glosó Prevost, que "caracteriza al mismo movimiento anabaptista".

Recordando el lema elegido para la celebración, "El valor de amar", León XIV instó a la necesidad de que "católicos y menonitas hagamos todo lo posible por vivir el mandamiento del amor, la llamada a la unidad cristiana y el mandato de servicio al prójimo", así como a tener "honestidad y amabilidad al reflexionar sobre nuestra historia común, que incluye heridas dolorosas y narrativas que influyen en las relaciones y percepciones católico-menonitas hasta nuestros días".

"Cuán importante es, entonces, esa purificación de los recuerdos y esa relectura común de la historia que nos permita sanar las heridas del pasado y construir un nuevo futuro a través del «valor de amar»", recalcó el Papa. "De hecho, solo así el diálogo teológico y pastoral puede dar fruto, un fruto duradero", finalizó.

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