Prólogo al libro "Leone XIV – La via disarmata e disarmante" (San Paolo) Parolin, sobre Prevost nada más ser elegido Papa en el cónclave: "Su rostro, aunque emocionado, irradiaba, sobre todo, serenidad"

Leon XIV
Leon XIV

Prefacio del cardenal secretario de Estado Pietro Parolin para el libro "Leone XIV – La via disarmata e disarmante" (San Paolo) sobre el inicio del pontificado del primer Papa estadounidense y religioso agustino, escrito por el periodista Antonio Preziosi 

Desde el "Habemus Papam" del 8 de mayo hasta la visita al Santuario de la Madre del Buen Consejo en Genazzano, con una reflexión sobre los primeros momentos del pontificado del Papa Prevost, el volumen se abre con un escrito del cardenal secretario de Estado

(Vatican News).-  Hay un pasaje en el Evangelio de Juan que expresa bien lo que sucedió en el Cónclave que llevó a la elección del Papa León XIV: «No me eligieron ustedes a mí, sino que yo los elegí a ustedes y los he destinado para que vayan y den fruto, y su fruto permanezca; para que todo lo que pidan al Padre en mi nombre, él se los conceda. Esto les mando: que se amen los unos a los otros» (15,16-17).

Reunidos en la Capilla Sixtina, lejos del ruido del mundo, libres de restricciones externas, los cardenales hemos escuchado al Espíritu Santo para elegir al hombre destinado a guiar la Iglesia universal, el sucesor de Pedro, el Obispo de Roma. Porque es el Espíritu de Cristo quien, en última instancia, valiéndose de la humanidad de los cardenales electores, eligió al Papa León y lo designó para dar el fruto de amor y paz que el mundo necesita cada vez más. El propio Pontífice lo reiteró desde sus primeras palabras desde la Logia de San Pedro, refiriéndose a la verdadera paz, don del Resucitado, «una paz desarmada y desarmante, humilde y perseverante».

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Este libro de Antonio Preziosi nos remonta a los primeros momentos del nuevo pontificado, donde ya se percibe un estilo a la vez firme y amable. Como observé al día siguiente de la elección de León XIV, un largo y cálido aplauso siguió a las palabras con las que el cardenal Robert Francis Prevost aceptó su elección canónica como Sumo Pontífice. Fue un momento intenso, incluso dramático, considerando el peso que recaía sobre los hombros de un hombre. Sin embargo, su rostro, aunque emocionado, irradiaba, sobre todo, serenidad, una sonrisa serena y amable.

Pero el cardenal Prevost siempre ha sido así, y lo he conocido en los últimos dos años, desde que el Papa Francisco lo nombró jefe del Dicasterio para los Obispos. Cumplía sus funciones con escrupulosidad y dedicación, y siempre estaba bien informado sobre las personas y las situaciones. Además, sabía abordar todo con calma y reflexión, ofreciendo soluciones equilibradas y respetuosas que demostraban atención y amor por todos.

Habemus papam: Robert Prevost, papa León XIV
Habemus papam: Robert Prevost, papa León XIV

León XIV es agustino, hijo del gran Padre y Doctor de la Iglesia, san Agustín. Lo citó varias veces en los primeros días de su pontificado. Su primera referencia fue la famosa frase: «Con vosotros soy cristiano y para vosotros obispo». Así, León demostró de inmediato su profunda humanidad y el espíritu de servicio con el que pretende ejercer su cargo. Siguió al papa Francisco, a quien, como era de esperar, agradeció de inmediato, extendiendo con su primera bendición la impartida unos días antes, con una «voz débil pero siempre valiente», por Bergoglio. Una bendición dirigida a Roma y al mundo entero la mañana del Domingo de Pascua. Una bendición que era también una declaración: «¡Dios nos ama, Dios os ama a todos, y el mal no prevalecerá!».

Entre las innumerables palabras que nos dejó san Agustín, cito una muy famosa: «Ama y haz lo que quieras». Es la síntesis del Evangelio, de la vida cristiana, el precepto que engloba todos los demás, el que Jesús nos pide y que el Papa León nos recordó desde el principio: el Señor nos ama y nos pide que amemos a todos como él nos ha amado. No debemos olvidar la continuación de la famosa frase de Agustín, tomada de la séptima homilía sobre la Primera Carta de Juan. Él explicita su contundente afirmación y la aplica a nuestra vida concreta: «Si callas, calla por amor; si hablas, habla por amor; si corriges, corrige por amor; si perdonas, perdona por amor; que la raíz del amor esté en ti, porque de esta raíz solo puede brotar el bien».

Estas páginas de Antonio Preziosi nos ayudan a apreciar el estilo sereno y benévolo, claro y firme, del Papa León XIV. Nos unimos a él en la oración y la obediencia filial. Que bajo su guía, la Iglesia brille cada vez más como testigo del amor de Dios, un amor del que brota todo bien para cada uno de nosotros y para el mundo entero.

El libro de Antonio Preziosi, con prefacio del cardenal Pietro Parolin
El libro de Antonio Preziosi, con prefacio del cardenal Pietro Parolin @Vatican Media

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