Pide "que se garantice el acceso de la población civil a los bienes básicos" El Vaticano muestra su preocupación ante la ONU por las consecuencias humanitarias del conflicto en Sudán

Bombardeo en Sudán
Bombardeo en Sudán

Declaración de la Misión Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas y otras Organizaciones Internacionales en Ginebra, durante la 36ª Sesión Especial del Consejo de Derechos Humanos sobre el impacto en los derechos humanos del actual conflicto en el país africano

"Garantizar bienes básicos y asistencia humanitaria a la población que sufre"

(Vatican News).- La Misión Permanente de la Santa Sede ante la ONU en Ginebra reitera su "profunda preocupación" por la grave situación de conflicto y violencia que tiene lugar en Sudán. En su declaración de hoy, 11 de mayo, en la 36ª Sesión Especial del Consejo sobre el impacto en los derechos humanos de la guerra en curso en el país africano, la Santa Sede, ante el creciente "sufrimiento de la población", desea "asegurar una vez más su cercanía espiritual, sus oraciones y su solidaridad con el pueblo sudanés, en particular con los desplazados y refugiados".

Consecuencias humanitarias

En particular, la preocupación es por las "graves implicaciones humanitarias" del conflicto; el llamamiento, dirigido a "todas las partes", es, por tanto, "para que cesen los ataques armados y se garantice el acceso de la población civil a los bienes básicos y esenciales allí donde sean necesarios", lo que incluye el suministro seguro de ayuda humanitaria.

"Llamamiento a todas las partes: cesen los ataques armados y se garantice el acceso de la población civil a los bienes básicos y esenciales allí donde sean necesarios'"

Acuerdo de alto el fuego

En este sentido, la Santa Sede espera que "el alto el fuego pueda ser prolongado y plenamente respetado y que las negociaciones entre los representantes de todas las partes en conflicto puedan desembocar en un acuerdo fructífero para un alto el fuego y para soluciones pacíficas y duraderas, en interés del pueblo sudanés, así como para evitar el riesgo de que la violencia se extienda a los países vecinos, socavando la paz y la seguridad regionales".

En conclusión, la delegación vaticana dice confiar en que "el diálogo, en un espíritu de fraternidad, pueda conducir a una paz justa y duradera". Por ello, reitera el llamamiento del Papa Francisco a "deponer las armas" y "reemprender juntos el camino de la paz y la concordia".

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