León XIV alerta por el aumento de juegos de azar y apuestas que arruinan a familias
Ciudad del Vaticano.- El papa León XIV alertó este lunes sobre el fuerte aumento de los juegos de azar y las apuestas, un fenómeno que, advirtió, provoca la ruina de muchas familias, durante una audiencia con la Asociación Nacional de Municipios Italianos (ANCI).
Ante alcaldes y alcaldesas de toda Italia, el pontífice señaló que las ciudades enfrentan crecientes problemas sociales que requieren atención urgente.
“Quisiera indicar en particular la plaga de los juegos de azar que arruina a tantas familias”, subrayó.
El auge de las apuestas, un problema social y de salud
León XIV afirmó que las estadísticas muestran un incremento significativo del juego en los últimos años y, al citar el informe anual de Cáritas, advirtió que se trata de “un grave problema educativo, de salud mental y de confianza social”.
El papa explicó que este fenómeno se suma a otros males que afectan a las ciudades italianas.
Depresión, pobreza y abandono social preocupan al pontífice
El líder de la Iglesia católica lamentó también la presencia de problemas psicológicos, depresión, pobreza cultural y espiritual, así como el abandono social, que —dijo— son señales claras de que el mundo contemporáneo necesita esperanza.
“Todas estas son señales que indican cuánto se necesita la esperanza”, afirmó.
La política debe promover cohesión social y esperanza
León XIV exhortó a los responsables políticos a tejer relaciones auténticamente humanas entre los ciudadanos y a promover la paz social, como una vía para responder a estos desafíos.
Recordó además que la cohesión social y la armonía cívica requieren escuchar a los más vulnerables.
“Sin ese compromiso la democracia se atrofia”, advirtió, al parafrasear un discurso del papa Francisco de 2016.
Un llamado a los alcaldes para construir un mejor futuro
El pontífice llamó a los dirigentes municipales a ofrecer esperanza a la población, proyectando un futuro mejor para sus territorios, y les recordó otros retos urgentes como la crisis demográfica, la contaminación, la soledad de los ancianos, los conflictos sociales y las dificultades que enfrentan familias y jóvenes.
“Tened el valor de ofrecer esperanza a la gente”, concluyó.