El próximo domingo, en una iniciativa promovida por el Patio de los Niños Francisco se encontrará con niños ucranianos acogidos en una parroquia romana

Francisco, con un grupo de niños en una foto de archivo
Francisco, con un grupo de niños en una foto de archivo

La octava edición de este encuentro busca que los menores que viven en situación de vulnerabilidad y fragilidad puedan compartir un rato en compañía del Pontífice

Se trata de un camino educativo y pedagógico, que continúa a lo largo del año, y que pretende promover la integración, la inclusión y la lucha contra la discriminación y los prejuicios

(Vatican News). La pandemia había congelado durante dos años la iniciativa anual ya realizada en siete ocasiones por el Patio de los Gentiles, destinada a los más pequeños. Por ello, en 2022 vuelve una nueva edición del Patio de los Niños, que invita a los menores que viven en condiciones de vulnerabilidad y fragilidad social a encontrarse con el papa Francisco.

Francisco los recibirá el próximo 4 de junio a mediodía, en el teatro del Patio de San Dámaso del Palacio Apostólico. Se trata de unos 160 niños que acuden al Sant'Alessio - Margherita di Savoia de Roma, una histórica institución asistencial fundada por Pío IX: muchos de ellos son no videntes, o con otras discapacidades visuales, físicas o cognitivas. Estarán acompañados por sus amigos y compañeros, precisamente porque el objetivo del Patio de los Gentiles, con esta octava edición, es promover la integración, la inclusión y la lucha contra la discriminación y los prejuicios.

Un jardín a medida

La iniciativa no es sólo un acontecimiento, sino un camino pedagógico y educativo, que continúa a lo largo del año con actividades preparatorias y momentos de encuentro y convivencia. "Gracias a la colaboración e intervención de Confagricoltura -se lee en un comunicado- se ha creado un jardín sensorial en el Sant'Alessio-MdS para los niños y sus familias.

El Jardín Invisible es un espacio de aproximadamente una hectárea que ofrece experiencias táctiles, olfativas y sonoras, donde la discapacidad deja de ser una limitación, guiados por sus profesores y educadores, los niños aprenden a conocerse y aceptarse a sí mismos, al mundo y a los demás.

Solidaridad y apertura al otro

La invitación dirigida a los adultos y a los niños es la de aprender a mirar el mundo con los ojos del corazón, más allá de los límites de cualquier prejuicio y de las apariencias superficiales, con un espíritu de solidaridad y de apertura hacia el otro: precisamente por eso, algunos niños refugiados, procedentes de Ucrania y acogidos en Roma por la iglesia de Santa Sofía, participarán también en el encuentro con el Papa. 

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