Una docena de grupos franceses piden a Roma "un mediador" El lamento de los tradicionalistas tras 'Traditionis Custodes': "Nos sentimos sospechosos, marginados, desterrados"

Misa en latín
Misa en latín

“¿Se han cometido errores? Estamos preparados, como todo cristiano, a pedir perdón si algunos excesos de lenguaje o desafío a la autoridad se han colado entre algunos de nuestros miembros. Estamos dispuestos a convertirnos si el partidismo o el orgullo han contaminado nuestros corazones"

“Necesitamos escuchar y atender, no condenar sin dialogar. Un juicio severo crea una sensación de injusticia y produce resentimiento. La paciencia ablanda los corazones. Necesitamos tiempo”

“Nos sentimos sospechosos, marginados, desterrados”. Los superiores de 12 de los principales institutos tradicionalistas franceses han expresado su "gran sufrimiento" tras el motu proprio "Traditionis custodes", que limita drásticamente la libertad de uso de la liturgia preconciliar.

En un comunicado público, estos grupos piden a los obispos franceses, y a Roma, que nombren “un mediador” para llevar a cabo “un diálogo humano, (...) alejado de las ideologías".

En la nota, los firmantes reiteran su “amor a la Iglesia y su fidelidad al Santo Padre”, y aseguran que “no nos consideramos en absoluto ‘la verdadera Iglesia’”, como sugiere el Papa en el Motu Proprio que restringió el uso del misal preconciliar y las misas en latín y de espaldas al pueblo.

Misa en latín
Misa en latín

“¿Se han cometido errores? Estamos preparados, como todo cristiano, a pedir perdón si algunos excesos de lenguaje o desafío a la autoridad se han colado entre algunos de nuestros miembros. Estamos dispuestos a convertirnos si el partidismo o el orgullo han contaminado nuestros corazones”, apuntan en la nota, donde reclaman “un diálogo humano y personal, lleno de confianza, lejos de las ideologías o de la frialdad de los decretos administrativos”.

Curas y religiosos que "han dado su vida" por la Tradición

“Nos gustaría poder conocer a una persona que sea para nosotros el rostro de la Maternidad de la Iglesia. Nos gustaría poder contarle el sufrimiento, los dramas, la tristeza de tantos fieles laicos de todo el mundo, pero también de sacerdotes, religiosos y religiosas que han dado su vida por la palabra de los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI”, prosigue el texto. “¿Podemos privar (a estos sacerdotes y religiosos) de lo que la Iglesia les prometió por boca de los papas?”.

La misa tridentina, en horas bajas
La misa tridentina, en horas bajas

“Necesitamos escuchar y atender, no condenar sin dialogar. Un juicio severo crea una sensación de injusticia y produce resentimiento. La paciencia ablanda los corazones. Necesitamos tiempo”, apuntan los institutos tradicionalistas, que lamentan los anuncios de “visitas disciplinarias apostólicas” en su contra.

“Con confianza, nos dirigimos en primer lugar a los obispos de Francia para que se abra un verdadero diálogo y se designe un mediador que sea para nosotros el rostro humano de este diálogo”, concluye la nota.

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