El prefecto de la CIVCSVA y los presidentes de UISG y USG cierran la primera jornada en el ITVR Braz de Aviz: "El Papa está preocupado por algunas posiciones tradicionalistas en la vida consagrada"

Coloquio en la Semana Nacional de Vida Consagrada
Coloquio en la Semana Nacional de Vida Consagrada

“Si la autoridad no es servicio, se transforma en abusos de poder y en ocasiones, en abusos sexuales”

“Los religiosos no somos superiores, no seamos casta, ni clases sociales unas por encima de otros. Para todos los cristianos, la clave está en el seguimiento de Jesús”

"Hay mucho que hacer. Promovamos el protagonismo de la mujer. Si la Iglesia pierde a las mujeres, corre el riesgo de volverse invisible”

Jolanta Kafka: “Abandonar ese camino no sólo era una traición, sino como volver a matar a Jesús. Así nacieron los evangelios”

Arturo Sosa, sj.: "Jesús se humilló para hacerse uno de tantos, y compartir la condición de los descartados de la historia. Ése es el camino que se nos abre a nosotros"

“El seguimiento de Cristo es nuestra regla suprema. Hoy hemos estado con el Santo Padre, y el Papa está preocupado por algunas posiciones tradicionalistas, también en el seno de la vida religiosa. Nosotros partimos del Concilio, éste es el reto”. El prefecto de la CIVCSVA, Joao Braz de Aviz, emplazó a los religiosos españoles a construir una Iglesia en salida, para todos, sin exclusivismos ni compartimentos estanco, durante un jugosísimo coloquio, moderado por la presidenta de Confer, Mariña Ríos, y que también contó con la participación de la presidenta de la UISG, Jolanta Kafka, y el presidente de la USG y general de los jesuitas, Arturos Sosa, sj.

El purpurado brasileño, muy claro, recordó a la vida consagrada que es “una de las formas de seguimiento de Cristo dentro del pueblo de Dios”, ante los riesgos de elitismo, o de creerse más que nadie. “Nosotros somos parte de la Iglesia. Todos en la Iglesia tenemos un único maestro, Jesucristo”. Y es que “todos los cristianos, todas las vocaciones cristianas tienen las mismas exigencias del Evangelio”.

Braz de Aviz con Mariña Ríos
Braz de Aviz con Mariña Ríos

Más aún: “Los religiosos no somos superiores, no seamos casta, ni clases sociales unas por encima de otros. Para todos los cristianos, la clave está en el seguimiento de Jesús”. Porque “no hay consagración mayor o menor, lo que cambia es el modo de seguirlo: en el mundo, la sociedad, el claustro…”. Por eso, añadió, “en vez de hablar de vida religiosa hablamos de vida consagrada”.

Caminando juntos, siendo libres

Una vida religiosa que ha de “seguir a Jesús construyendo sinodalidad, caminando juntos, sintiendo a Cristo con la Iglesia”, sin “preocuparnos de derechas e izquierdas”, sino “haciendo una conversión personal, concreta, que también es comunitaria”.

En definitiva, recalcó el prefecto de la CIVCSVA, se trata de “ser libres para dejar al Señor actuar”. Y, ahora, en la Iglesia, “es momento de repensar nuestro modo de ser y de actuar”, con dos claves: sinodalidad y fraternidad.

En tres ámbitos. El campo de la autoridad y la obediencia, la relación hombre-mujer y la economía al servicio del pueblo de Dios. En primer lugar, Braz de Aviz resaltó que “estamos llamados a no excluir a nadie”, denunciando a los que piensan que “son el único canal de comunicación de la comunidad con Dios”. Como explica el Papa Francisco, “no hay lugar para una actitud de imposición de los valores. El camino para transmitir los valores es vivirlos, nuestro testimonio personal y colectivo”.

Braz de Aviz
Braz de Aviz

Porque “si la autoridad no es servicio, se transforma en abusos de poder y en ocasiones, en abusos sexuales”.

Mujeres, al margen de la comunidad 

Esto lleva a la necesaria reciprocidad entre hombre y mujer. “Somos igualmente criaturas, Dios los creó a su imagen y semejanza, su dignidad son iguales, hombre y mujer son igualmente hijos de Dios”. Sin embargo, admitió el religioso, “nuestro lenguaje e imaginario colectivo crearon en el pasado una mentalidad que acentuaba la diferencia hombre-mujer, y se perdió la conciencia de la igualdad”. La vida religiosa no estuvo al margen: “También las mujeres consagradas fueron colocadas al margen de la comunidad”.

Aunque “las cosas comenzaron a cambiar con el Concilio Vaticano II”, aún “persisten resistencias en muchas estructuras de la Iglesia y de la vida consagrada cuando se habla de establecer mecanismos de toma de decisiones (…). Hay mucho que hacer. Promovamos el protagonismo de la mujer. Si la Iglesia pierde a las mujeres, corre el riesgo de volverse invisible”.

Finalmente, en lo tocante a la economía y gestión de los bienes, Braz de Aviz reclamó “profesionalidad, transparencia y servicio al reino de Dios”, como primer paso “para la comunión real de los bienes y una división concreta con los pobres y excluidos”.

Alzheimer social vs memoria de Jesús

Por su parte, Jolanta Kafka, rmi. Presidenta de la UISG, que aglutina a 600.000 consagradas y 2.000 congregaciones religiosas, analizó el seguimiento de Jesús “en estos tiempos postmodernos”, advirtiendo del “alzheimer de la sociedad”, contrapuesta a “la memoria de Jesús”.

“Parece que la sociedad de hoy prefiere personas con cierta amnesia” lamentó la religiosa, quien insistió en que, pese a la crisis, no hay que olvidar que “el cristianismo se confrontaba con la persecución. No era un clima de victoria el que acompañó el nacimiento de las comunidades”, pero cada vez que tenían dificultades “acudían al impacto que Jesús dejó en sus vidas”.

“Abandonar ese camino no sólo era una traición, sino como volver a matar a Jesús. Así nacieron los evangelios”, recalcó Kafka, citando a Dumm. “Aquella iglesia, alimentada por el recuerdo de Jesús, custodiaba las narraciones de la Pasión y la Resurrección. Solo volviendo a este ‘aguijón’, la Iglesia puede sobrevivir, puede crecer”.

"La vida consagrada tiene mucho por narrar, y no porque sea un relato, o una homilía… Pero, ¿de qué hablan nuestras comunidades, qué ofrecen, si es que lo ofrecen?”, se preguntó, poniendo la realidad de la vida religiosa con la situación “desconcertante de la pandemia” que “nos ha frenado, pero el mundo está sufriendo las consecuencias”.

“Se han trastocado muchos valores, nos urgen nuevas opciones… De nuevo, traeremos la memoria de Jesús a nuestro centro, y será punto de crecimiento, pero también de crisis”, culminó.

Pluralidad de culturas, religiones y costumbres

Finalmente, el general de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa, sj., glosó la experiencia de fe de Saulo, Pablo de Tarso, en especial en un contexto como el nuestro, “con pluralidad de culturas, religiones y costumbres”.

“Como cristianos y personas consagradas se nos invita a contemplar al Señor crucificado y ponernos en su puesto, es decir, mirar al mundo desde la identificación con la persona de Jesús y desde la cruz es la condición para adquirir un conocimiento crítico de la realidad en la que vivimos”.

“Seguir a Jesús significa seguir la dinámica de la encarnación”, de alguien, Jesús, “que se humilló para hacerse uno de tantos, y compartir la condición de los descartados de la historia. Ése es el camino que se nos abre a nosotros”.

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