La Guardia Civil ha asestado un golpe, casi definitivo, a la quimera urdida por las exmonjas cismáticas de Belorado. En dos operaciones llevadas a cabo el mismo día, la Benemérita ha detenido a la ex abadesa Laura Gil de Viedma, junto a un hombre, acusados de la presunta apropiación indebida de bienes catalogados como patrimonio histórico en el Monasterio de Santa María de la Bretonera, en Belorado, y ha 'liberado', o está en proceso de hacerlo, a las cinco monjas mayores residentes en Orduña, que no habían sido excomulgadas al no haber secundado el cisma, y que se encontraban retenidas por las cismáticas.

En una curiosa carambola del destino, ambas operaciones se han desarrollado casi a la vez, provocando el desconcierto entre la comunidad de ex clarisas, que no han sabido bien cómo responder. Tal y como se puede ver en un vídeo difundido por el portavoz de las ex monjas de Belorado, Francisco Canals, se observa cómo los agentes trasladan a las cinco religiosas hasta un furgón, para ser trasladadas a otros conventos de la Federación de Clarisas de Aránzazu, que las reubicará en otro monasterio de la orden.

"La comunidad informa que se están llevando a todas las monjas mayores (cinco en total)", señala Francisco Canals, portavoz de las cismáticas, quien posteriormente matizó que "la comunidad informa que por el momento las autoridades no han logrado llevarse a las monjas mayores".

Se trata de la segunda ocasión, y al parecer la definitiva, después de que el pasado 1 de agosto la Guardia Civil intentó, infructuosamente, sacar a las cinco religiosas mayores. Justo antes, el Juzgado de Briviesca había estimado la demanda de desahucio contra las exmonjas. En ese momento, las cismáticas trasladaron a las religiosas a Orduña, donde se encontraban hasta este momento.