El director ejecutivo de Agustinos en el Mundo tuvo un encuentro con León XIV Maurizio Misitano: "Queremos inflamar el mundo con amor, como quiere el Papa"

Maurizio Misitano, durante el encuentro con el papa León XIV
Maurizio Misitano, durante el encuentro con el papa León XIV

Maurizio Misitano, director ejecutivo de la obra solidaria de la orden religiosa a la que pertenece León XIV, relata el encuentro con el Pontífice, al día siguiente de su cumpleaños. Le ha transmitido el cariño de muchísimas personas

"Esto le da mucha fuerza. Hay demasiado individualismo entre las personas; cuando anteponemos nuestros intereses, sobre todo económicos, a la protección de todos, corremos el riesgo de debilitar la misión. Llenemos nuestro corazón de solidaridad"

(Vatican News).- Al día siguiente del septuagésimo cumpleaños de León XIV, continúan las muestras de afecto por parte de todos aquellos que gravitan en torno a las obras que él mismo, cuando era prior general, contribuyó a crear y promover. Entre ellas, se encuentra la Fundación Agustinos en el Mundo, que el 15 de septiembre, se ha reunido con el Pontífice en la Curia General de los Agustinos, al margen de los trabajos del Capítulo General.

Con un impacto beneficioso en la vida de 25.000 personas en África (Argelia, Mozambique, Nigeria, Kenia, República Democrática del Congo y Togo), Asia (India e Indonesia), América (Cuba, Ecuador, Perú y Venezuela) y Europa (Ucrania e Italia), la Fundación se ocupa de la defensa de los derechos humanos, la educación para todos y el desarrollo equitativo y sostenible.

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Su director ejecutivo Maurizio Misitano, que representaba a la Fundación, ha contado a los medios de comunicación del Vaticano cómo este movimiento de empatía da mucha fuerza al Papa, del que «se percibe toda su sencillez y humildad».

"Queremos inflamar el mundo con amor"

«Hemos leído juntos algunos de estos mensajes de felicitación, por ejemplo, recuerdo el de un niño de doce años. O el de una mujer que dice que siempre reza por él. Y, de hecho, él pide que recen por el Papa. Ha sido un momento realmente bonito», explica Misitano.

Se necesita un mundo que arda de amor, subraya, mientras ilustra el logotipo de la fundación: el corazón de San Agustín impreso sobre el fondo, que es precisamente el mundo.

«Nos gustaría inflamar el mundo con amor. Es realmente necesario: cada vez que el Papa habla, hace un llamamiento a la paz, a la paz verdadera, sincera y duradera. También hoy ha llamado la atención sobre los más pobres. Una de las veces que nos reunimos con él en la misa por la festividad de San Agustín, le dijimos: ‘Santo Padre, denos un consejo sobre cómo seguir adelante en un momento tan difícil’. Y él nos respondió: ‘Miren, soy yo quien necesita sus consejos´. Y, efectivamente, se necesita el trabajo de todos para superar este período que es realmente absurdo». El director del organismo añadió:

"Nosotros simplemente estamos llevando a cabo lo que él comenzó durante su priorato, que concluyó en el 2013. La Fundación no es más que el brazo operativo. Continuamos con los valores que él sigue expresando hoy en día. Se lo hemos dicho, conocemos desde hace mucho tiempo las palabras que el mundo está escuchando"

Misitano explica además que el trabajo es fruto de una estrecha y constante colaboración con los misioneros agustinos y que los retos relacionados sobre todo con los conflictos son fundamentales.

"En su función, él hace un llamamiento a la paz, y esta es una responsabilidad de todos. No se puede mirar hacia otro lado. Cada uno, en su pequeña medida, debe tener el valor de decir ‘no’ a la guerra"

Los Agustinos reconocen la importante labor de los cooperantes

Desde la ayuda a las mujeres de Cabo Delgado hasta la recuperación de los niños soldado en el Congo

El director ha presentado al Papa algunos proyectos en los que la Fundación Agustinos en el Mundo está especialmente comprometida: «Hemos hablado del tema que tanto le preocupa, la discapacidad. En este sentido, tenemos un proyecto de integración de niños con discapacidad en nuestras escuelas de Kenia, precisamente en una de las escuelas cuya primera fase él mismo inauguró».

«En Mozambique, que mencionó recientemente en uno de los llamamientos del Ángelus dominical, estamos ayudando a las mujeres que huyen de los terribles ataques terroristas en Cabo Delgado. Luego está la República Democrática del Congo, donde, en un centro que él visitó en el 2011 y que nosotros hemos reconstruido, de hecho, estamos recuperando a antiguos niños y niñas soldado. Es cierto que se habla a menudo de lo que ocurre en Kivu del Norte – precisa – pero en nuestra zona, que es inmediatamente limítrofe, siguen secuestrando a menores para convertirlos en soldados».

Hay un espíritu misionero que, en efecto, corre el riesgo de extinguirse, concluye Maurizio Misitano, debido al individualismo generalizado:

"Estamos muy centrados en nosotros mismos, en nuestro bienestar. Cuando anteponemos nuestros intereses, los económicos, a la protección de todos, se genera este riesgo. Deberíamos llenar nuestro corazón de solidaridad"

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