Inédita petición de perdón y asunción de responsabilidad del abad de Poblet Octavi Vilà: "Nos sentimos profundamente avergonzados, doloridos, arrepentidos"

Monasterio de Poblet
Monasterio de Poblet

"Si un hermano de comunidad comete una falta, cuando peca, en cierto modo se puede decir que peca toda la comunidad sea por acción o por omisión y el superior tiene que ser el primero en asumirlo y detrás de él cada hermano"

"Cuando se escandaliza no vale invocar circunstancias, momentos o condiciones; porque el mal del escándalo no sabe de estas cosas, solo sabe del dolor que pueden acabar provocando nuestras acciones y hemos escandalizado antes que a nadie a quién observó un hecho, que, de ser cierto, nunca se tendría que haber producido”

“Nos sentimos como comunidad intensamente doloridos, porque quizás hemos hecho daño a una inocente, porque quizás hemos hecho daño a una familia, porque quizás hemos hecho daño a toda la Iglesia y a mucha otra gente”

"Nos duele profundamente lo ocurrido y manifestamos el compromiso y la voluntad decidida de luchar contra todo tipo de abusos en la Iglesia y de hacer de este Monasterio, con las oportunas medidas de prevención, un lugar seguro para todo el mundo"

“La verdad al final saldrá a la luz y es esto lo que nos interesa a todos, esto es lo verdaderamente importante. Hasta entonces todo serán sombras, dudas y especulaciones más o menos malintencionadas o bienintencionadas”

"La misericordia del Señor es inmensa pero no es nunca un cheque en blanco, para acogernos a ella debemos arrepentirnos, implorar el perdón empapado del propósito de enmienda; solo así Dios nos escuchará, tan solo así los hermanos nos podrán acoger de nuevo confiados"

“Como comunidad, nos sentimos profundamente avergonzados, porque la sombra de la duda planea sobre lo que pudiera haber ocurrido en esta iglesia hace pocos días. Porque si un hermano de comunidad comete una falta, cuando peca, en cierto modo se puede decir que peca toda la comunidad sea por acción o por omisión y el superior tiene que ser el primero en asumirlo y detrás de él cada hermano”. El abad de Poblet, Octavi Vilà, pronunció un sonoro ‘mea culpa’ en nombre de toda la comunidad después de la detención, el pasado miércoles, de un monje acusado de tocamientos a una menor de cinco años.

En una vibrante homilía en la misa conventual de este domingo, retransmitida por Youtube, el cisterciense puso voz al sentimiento de todos los religiosos: “Nos sentimos profundamente avergonzados porque hemos sido, cuando menos, piedra de escándalo para los creyentes y para los no creyentes, cuando tendríamos que ser siempre mensajeros de paz y generadores de serenidad en todo momento”.

Sin buscar paños calientes ni minimizar los problemas, Vilà subrayó que “cuando se escandaliza no vale invocar circunstancias, momentos o condiciones; porque el mal del escándalo no sabe de estas cosas, solo sabe del dolor que pueden acabar provocando nuestras acciones y hemos escandalizado antes que a nadie a quién observó un hecho, que, de ser cierto, nunca se tendría que haber producido”.

"Quizás hemos hecho daño a una inocente"

 “Nos sentimos como comunidad intensamente doloridos, porque quizás hemos hecho daño a una inocente, porque quizás hemos hecho daño a una familia, porque quizás hemos hecho daño a toda la Iglesia y a mucha otra gente”, admitió el abad de Poblet, quien añadió que los monjes se encuentran “intensamente doloridos también porque un hermano nuestro está siendo investigado y la misericordia también tiene que prevalecer para él, acompañándolo espiritualmente, procurándole los medios para sanar sus heridas, con una defensa justa que tiene que ampararlo hasta la resolución definitiva”.

Porque, más allá de lo que decidan las instancias judiciales pertinentes, “nos duele profundamente lo ocurrido y manifestamos el compromiso y la voluntad decidida de luchar contra todo tipo de abusos en la Iglesia y de hacer de este Monasterio, con las oportunas medidas de prevención, un lugar seguro para todo el mundo”.

Que la justicia aclare los hechos

“Por eso -añadió- nos sentimos como comunidad humildemente arrepentidos por lo que hayamos podido hacer mal”. Porque “la misericordia del Señor es inmensa pero no es nunca un cheque en blanco, para acogernos a ella debemos arrepentirnos, implorar el perdón empapado del propósito de enmienda; solo así Dios nos escuchará, tan solo así los hermanos nos podrán acoger de nuevo confiados”.

 “Estamos avergonzados, con dolor y arrepentidos porque la duda nos ensombrece con aquello que haya podido dar lugar a escándalo, por ello tenemos el máximo interés en que la justicia aclare los hechos y poder así llegar a la verdad que nos pueda hacer libres”, reclamó Octavi Vilà.

“La sanación llega únicamente cuando se conoce la verdad y es preciso apartar todo aquello que pueda ensombrecerla, con las consecuencias que esto tenga”, abundó el abad, en un inédito ejercicio de transparencia en la Iglesia española.

“Siempre y en todo momento la verdad se tiene que imponer y para llegar a ella debemos poner al servicio de quienes la buscan, en los diferentes ámbitos, todos los elementos que tengamos al alcance, sin ninguna reserva ni restricción. Al servicio de la verdad, que es la única que nos puede hacer libres, tenemos que invertir todos los esfuerzos”, clamó.

Un nuevo fariseísmo

“Vivimos en una sociedad de la imagen y corremos el riesgo de ser de aquellos que son tan solo espectadores, viviendo un nuevo fariseísmo, aquellos que se creen justos sin mirar al fondo de su corazón”, recalcó Vilà, quien insistió en que más allá de las reglas, “las explicaciones y defensas corporativistas”, lo que hace falta “es trabajar la miseria que hay en nosotros para así nacer de nuevo. Todos tenemos algo que curar, todos tenemos que nacer de nuevo, todos tenemos que purificarnos con honestidad de las malas acciones”.

“Sin esto, nuestro testimonio de amor, también el comunitario en un monasterio, es pura fachada, un esfuerzo inútil o, peor todavía, un juicio fariseo del hermano que ha caído”, glosó el abad de Poblet.

Con una única voz esta comunidad hemos manifestado con claridad y rotundidad la apertura inmediata de la investigación previa prevista en estos casos por el Derecho Canónico y la total colaboración con las autoridades policiales y judiciales para aclarar los hechos y depurar las responsabilidades que se pudieran derivar

“Debemos reconocernos hoy avergonzados, doloridos y arrepentidos porque la duda planea sobre nosotros, porqué quizás no hemos hecho el bien que queríamos sino el mal que no querríamos haber hecho”, culminó Vilà, quien recordó que “con una única voz esta comunidad hemos manifestado con claridad y rotundidad la apertura inmediata de la investigación previa prevista en estos casos por el Derecho Canónico y la total colaboración con las autoridades policiales y judiciales para aclarar los hechos y depurar las responsabilidades que se pudieran derivar”.

“La verdad al final saldrá a la luz y es esto lo que nos interesa a todos, esto es lo verdaderamente importante. Hasta entonces todo serán sombras, dudas y especulaciones más o menos malintencionadas o bienintencionadas”, finalizó el religioso, quien culminó afirmando que “avergonzados, doloridos y arrepentidos por la sombra de la duda que planea sobre nosotros, por lo que hayamos podido hacer mal, por lo que haya podido parecer a otros que hayamos hecho mal, confiamos en primer lugar en la justicia y en último lugar y siempre en aquella Justicia, con mayúsculas, final y definitiva que nace de Dios”.

Octavi Vilà, abad de Poblet
Octavi Vilà, abad de Poblet

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