'Castigadas' a renunciar a sus redes sociales y a recibir visitas del exterior Las monjas octogenarias que huyeron de una residencia podrán volver a su convento en los Alpes
Bernadette, Regina y Rita se hicieron conocidas en redes sociales por volver a su convento abandonado el pasado septiembre "hasta nuevo aviso", tras escaparse juntas de una residencia de ancianos en la que vivían
Pueden volver a su convento pero a cambio, el trío de monjas debe comprometerse a no estar activo en redes sociales, no recibir visitas del exterior y a la resolución de una disputa legal
Las monjas mostraron su disconformidad con estas condiciones y añadieron que las autoridades eclesiásticas deberían "entablar un diálogo con los afectados, tomar en serio sus legítimas reclamaciones y necesidades y declarar su voluntad de aceptar una solución que sea justa y legalmente conforme"
Las monjas mostraron su disconformidad con estas condiciones y añadieron que las autoridades eclesiásticas deberían "entablar un diálogo con los afectados, tomar en serio sus legítimas reclamaciones y necesidades y declarar su voluntad de aceptar una solución que sea justa y legalmente conforme"
| RD/Agencias
Tres monjas octogenarias –llamadas Bernadette (88), Regina (86) y Rita (82)– se hicieron conocidas en redes sociales por volver a su convento abandonado el pasado septiembre, tras escaparse juntas de una residencia de ancianos en la que vivían. Las tres eran maestras en una escuela contigua a su hogar: el castillo de Goldenstein, situado en el municipio austríaco de Elsbethen, próximo a Salzburgo.
Además, el pasado viernes, recibieron la noticia de parte de las autoridades eclesiásticas de que pueden continuar viviendo en su convento "hasta nuevo aviso", siempre y cuando permanezcan alejadas de las redes sociales, según han apuntado funcionarios de la iglesia.
El trío compartió –y comparte– regularmente su historia en las redes sociales, lo que provocó que se hicieran conocidas y lograran una base de seguidores, haciendo que numerosos simpatizantes locales y sus propios antiguos alumnos les faciliten su estancia en este castillo de piedra con comida, ropa, atención médica, seguridad, etc.
Markus Grasl, párroco de la Abadía de Reichersberg y superior religioso de las monjas, presentó una propuesta para resolver este conflicto, sin éxito. Además, Grasl argumentó que estas deberían ser internadas en una residencia católica, puesto que en aquel convento no pueden vivir con seguridad, y, además, las acusó de haber roto sus votos de obediencia.
Las religiosas niegan haber sido consultadas
Las autoridades eclesiásticas han explicado que las tres religiosas dispondrán de atención médica y, en caso de que la salud de alguna de ellas se deteriore, serán incluidas en la lista de espera de la residencia en la que se encontraban.
Además, también dispondrán de un sacerdote para que oficie las misas, ya que, hasta el momento, los clérigos que acudían a realizar su labor eran introducidos en el convento de forma clandestina, prácticamente, y a espaldas de las autoridades.
A cambio, el trío de monjas debe comprometerse a no estar activo en redes sociales, no recibir visitas del exterior y a la resolución de una disputa legal"
A cambio de esto, el trío de monjas debe comprometerse a no estar activo en redes sociales, no recibir visitas del exterior y a la resolución de una disputa legal. Estas religiosas, en un comunicado del pasado viernes, negaron haber sido informadas sobre este trato y apuntaron "que no contiene ningún compromiso legalmente vinculante", ya que "la inclusión de la cláusula 'hasta nuevo aviso' carece de valor legal".
También, mostraron su disconformidad con que se les prohibiera buscar ayuda legal del exterior o usar sus propias redes sociales. Por último, añadieron que las autoridades eclesiásticas deberían "entablar un diálogo con los afectados, tomar en serio sus legítimas reclamaciones y necesidades y declarar su voluntad de aceptar una solución que sea justa y legalmente conforme" para poder llegar a un acuerdo con la Arquidiócesis de Salzburgo.
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