Venid vosotros solos aparte (Mc 6, 31)


A punto de acabar la estación lluviosa en Kobe: tonos malva y blancos empapados de kirisame/sirimiri (foto por gentileza del blog del P. Katayanagi). El Evangelio del Domingo, 19 de Julio, dice> "Venid vosotros solos aparte".

Ni los discípulos, ni el pueblo entienden a Jesús: ”Venid vosotros solos aparte”. 

Me preguntan en la parroquia de qué hablaríamos hoy, a propósito de esta palabra. Alguien propone comentar sobre el descanso. En Japón se hacen demasiadas horas extraordinarias no pagadas, hay mucho estrés y faltan vacaciones y descanso.

Otra opinión sugiere hablar de oración.También Jesús se retira a orar en despoblado en Mc 1, 35.

Bien, lo del estrés hace falta decirlo en Japón y lo de la oración hace falta en todas partes. Pero el punto que hay que subrayar, según Marcos, es que Jesús necesita llamar "a los discípulos solos aparte” para corregirles las entendederas, para educarles y liberarles de su incomprensión.  
  
Ni los discípuilos ni las masas comprenden lo que pretende Jesús. El pueblo busca su propio interés y beneficio: que le curen y le den pan. Los discípulos querrían hacer a Jesús cabecilla de un levantamiento en el que ellos serían los ministros. Jesús pretende otra cosa.
  
Jesús quiere instaurar una nueva manera de relacionarse en confianza con Dios y una nueva manera de relaciones humanas de mutua confianza: Hacer ver que está empezando a llegar ese “Medio Divino” o “Reino de Dios”, pero que hay que hacer por construirlo. En el evangelio según Marcos llama la atención cómo Jesús rechaza todas las ideologías (de la religión establecida, de los discípulos, de las masas, de la derecha o de la izquierda)。
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