"Los envió de dos en dos..." Jorge (Consiliario HOAC) en Madrid te esperamos sano y salvo

Jorge (Consiliario HOAC) en Madrid te esperamos
Jorge (Consiliario HOAC) en Madrid te esperamos Jose Moreno Losada

Estoy trabajando en los comentarios evangélicos para el próximo año litúrgico. Hoy me toca entrar en el evangelio de Lucas en el relato de la visita de María a su pariente Isabel. Me salían como palabras claves: diligencia, alegría, bendición y salto... Buscando el hecho de vida en mi vivir, en lo que traigo entre manos, el texto me ha llevado suavemente a la persona de mi compañero Jorge, sacerdote canario, que sirve a la HOAC en su equipo permanente y con el comparto casa y vida. Ahora está convaleciente y notamos su ausencia, deseamos su vuelta.

Lucas 1,39-45

Visitacion

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá».

Diligencia, bendiciones, alegría, saltos…

La dinámica del evangelio genera una fuerza de viento existencial que inflama de gozo el ambiente en la mayor sencillez. Una mujer alentada por la buena noticia de su prima, que vive en la montaña en un pueblecito judío, se pone en camino aprisa y va a llevar el cuidado y la ternura de su persona para acompañar y fortalecer un momento que va a ser de vida. Ahora todo se deja aparte para poner en el centro a la que en su debilidad va a ser madre, y lo hace la que está esperando al Señor de la vida en su propio vientre, preanuncio del que ha venido no a ser servido sino a servir. Desde el vientre ya está empujando y llevando la alegría del evangelio a lugares donde hace falta la esperanza. El evangelio encarnado que se mueve y salta en las entrañas, en los vientres de lo más humano, la bondad se genera en el ámbito de la fe, de la confianza en Dios y en las personas, en los afectos y los cuidados.

Jorge

Hecho de vida…

Hace dos días intervinieron a Jorge Hernández, sacerdote de las Palmas de Gran Canaria de una dolencia provocada por aneurismas cerebrales. Ayer me hacía llamada wasap con video, desde su habitación, alegre por la evolución de la operación, sano y salvo. Hemos orado mucho por él y con él. Conversaba hoy con Georgina, la señora que nos ayuda en la limpieza en casa cada quince día, y se emocionaba con su recuerdo y cariño. Me hablaba que lo echaba muchísimo de menos tanto aquí en la casa donde compartimos estancia con Jose Antonio (ACG) y Eugenio (JOC), otros sacerdotes más, como en el edificio donde están las sedes de los movimientos de acción católica española. Jorge , para Georgina, es un ser de alegría y de luz, que cuando entra por aquellos pasillos lo inunda todo con su ternura y sus abrazos. Ella creía, la primera vez que lo vio, que iba a ser un hombre serio, pero la verdad es que nunca pudo imaginar que iba a añorarlo tanto. Son muchos los que subrayan su ausencia en los mismos términos y sentimientos. Ayer celebramos la eucaristía en la sede y lo tuvimos muy presente, le enviamos un audio-video cantando el alegre la mañana como signo de su alegría que sentimos y esperamos.

Jorge actualmente es el consiliario de la HOAC (Hermandad obrera de acción católica) un movimiento de raigambre y compromiso militante evangélico en medio del mundo del trabajo. Una joya en la iglesia católica, signo de iglesia encarnada, misionera y comprometida. Ocupará este servicio durante cuatro años. Su labor ministerial ha estado siempre marcada por el espíritu de un evangelio de salvación para los que el mundo considera perdidos y sin horizonte, los que solemos llamar excluidos. Se ha dedicado en alma, vida y corazón a vivir en medio de los que podían necesitar luz y curación, y ha ido generando estructuras y medios facilitadores de procesos de sanación y confianza viva a los más débiles.  Al día de hoy se trata de un proyecto de una gran envergadura, la fundación Yrichen, con razón lo han hecho hijo adoptivo de Gran canaria por el cabildo insular, aunque él claramente destaca que eso es la labor de un equipo y del encuentro de muchas ayudas y voluntades. Eso conjugado con las dimensiones de acompañamiento pastoral, parroquial, movimientos, especialmente la HOAC, etc. Y con una formación pastoral y teológica actualizada de primer orden. Me gusta como cuida su ser interior y su espiritualidad, el fundamento de su ser y de su hacer. Es ese espíritu el que genera confianza, alegría, familiaridad y provoca el salto y el ánimo en los que convivimos con él.

Cuando llegué este año a Madrid, con la intención de profundizar en mi ser ministerial, tras jubilación docente en la universidad, venía con el deseo de compartir vida apostólica con los consiliarios de acción católica, ya que yo lo soy del movimiento de profesionales cristianos, por eso deseé hacerlo en el piso que está dedicado al uso de los consiliarios. No es fácil adaptarse a un momento nuevo, yo venía de la hiperactividad y agenda llena a una misión de interiorización y servicio, en mi ámbito diocesano y concreto, Madrid es otra cosa. Cuando llegó este hermano se encendió luz en el encuentro y comenzó una relación fraternal y apostólica. La facilidad para convivir, interiorizar, compartir, orar se hizo muy rápida, con sentimientos muy vivos, con mucha alegría y dando pequeños saltos, que fueron desde cambiar la iluminación en la casa, a comenzar un grupito de estudio del evangelio en la misma con otras personas, sacerdotes y laicos. Me admiraba cómo había dejado todo allí y se integraba y se encarnaba aquí para los años de servicio en el movimiento, lo decía con claridad, ahora esta era su casa y así tenía que sentirla y me invitaba a mí a hacer lo mismo, por eso fuimos de almacenes y bricolaje, juntos como aquellos que han de poner a punto la vivienda a la que llegan.

Nuestra amistad es para mí un signo de esta visitación de lo humano en la fraternidad del encuentro que genera vida y hace iglesia verdadera en lo cotidiano de un existir y vivir juntos. Me dice que tiene claro que ha de estar estos años y volverse, porque no es bueno permanecer más tiempo. Se hace el servicio y hay que regenerarse y renovarse tanto uno como el movimiento en este sentido de dedicación plena. Qué importante esta libertad para entregarse y para despojarse, vamos de paso y establecemos lazos de fe, esperanza y caridad que serán para siempre, pero libre de ataduras y posesiones, de búsquedas de uno mismo y de éxito, ni aún pastoral, nada es comparable con el tesoro del evangelio y de su amor en Cristo. Durante su espera para la intervención no ha faltado su trabajo de la palabra y la vida para todo el movimiento, el ministerio no ha estado enfermo ni de baja, podríamos decir, mientras el cuerpo aguante ahí está él. Esperemos que este trance le tranquilice en la actividad y se cuide más, porque es un terremoto de ideas, creatividad, compromiso.

Aquí estamos deseando que la convalecencia de la intervención sea muy rápida, porque queremos tenerlo entre nosotros. Yo siento el vacío de este hermano que me ha enriquecido en el sentido del envío apostólico que nunca es en solitario, en la apertura a una misión que siempre ha de ser compartida, somos puros colaboradores del único maestro que es Jesús. Ha sido como persona y sacerdote, uno de los tesoros que he descubierto en estos lares que deseo que tengan algo de desierto, aunque sea en la ciudad.  Es cierto que nos encontramos cada día en el altar, pero queremos que nos abrace, deseamos sentir su ternura y sus cuidados y nos apetece estar juntos con él, por su diligencia, su alegría, su bendición y por los saltos que vamos dando juntos en este caminar de ministerio y servicio. Nos alegramos del éxito de la intervención y pedimos al Padre que la recuperación sea muy rápida que Madrid sin Jorge, ya no es lo mismo, para nosotros es muy importante; y para su equipo de HOAC mucho más.

procesion

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