"Voluntad de curar heridas y reconocer el sufrimiento de tantas personas afectadas" El Arzobispado de Tarragona justifica su petición de perdón al papel de la Iglesia durante el franquismo, y recuerda que Vidal i Barraquer "tuvo que morir en el exilio"

Homenaje a la represión franquista en el cementerio de Tarragona
Homenaje a la represión franquista en el cementerio de Tarragona RD/Agencias

La Iglesia de Tarragona "tuvo que contemplar cómo su Arzobispo, el cardenal Francesc d’Assís Vidal i Barraquer, fue represaliado, siendo impedido poder volver a la sede primada y tener que morir en el exilio"

La Iglesia, "maltrecha humana y patrimonialmente por el conflicto, […] hipotecó su libertad de acción pastoral a cambio de una protección que le llevó a silenciar lo que el Evangelio reclamaba" . De ahí que se pida perdón por "una cuestión de justicia, que ayudará a la Iglesia católica a recuperar su dignidad y que, sin duda, le acercará más al Evangelio"

El comunicado también recuerda la cruenta represión que sufrió la Iglesia católica en los lugares donde el alzamiento militar de julio de 1936 fracasó, como es el caso de Catalunya, por considerar que eran partidarios de los sublevados

En un comunicado hecho público este mismo lunes día 22 de abril, el Arzobispado de Tarragona ha reiterado la petición de perdón que recientemente ha expresado el Vicario General de la archidiócesis por el papel de la Iglesia durante el franquismo, mostrando especialmente la proximidad a todas las víctimas con la voluntad de curar heridas y reconocer el sufrimiento de tantas personas afectadas.

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En este sentido, el comunicado recuerda la cruenta represión que sufrió la Iglesia católica en los lugares donde el alzamiento militar de julio de 1936 fracasó, como es el caso de Catalunya, por considerar que eran partidarios de los sublevados. Las víctimas de la represión, ejercida por grupos llamados comités, miembros de partidos y sindicatos radicales, aparentemente actuando al margen de la ley, fueron eclesiásticos, personas creyentes y otras de ideología conservadora, pero también iglesias, monasterios y conventos que fueron quemados, perdiendo gran parte del patrimonio cultural e histórico de la Iglesia.

Según se afirma en el comunicado, la Iglesia «ha considerado aquella represión como una auténtica persecución religiosa por odio a la fe». Por eso, la Iglesia está «perfectamente legitimada a hacer una lectura religiosa» de los asesinatos de cerca de 2.500 personas de Iglesia en Catalunya, entre presbíteros, religiosos y religiosas, seminaristas y laicos comprometidos, por los que ora, les recuerda y ha promovido la beatificación y reconocimiento.

Por otra parte, se reconoce que después de la Guerra Civil «se desató una ola represiva contra las autoridades y militantes republicanos y ciudadanos de izquierdas, promovida por las autoridades franquistas». En este contexto represivo, la Iglesia de Tarragona «tuvo que contemplar cómo su Arzobispo, el cardenal Francesc d’Assís Vidal i Barraquer, fue represaliado, siendo impedido poder volver a la sede primada y tener que morir en el exilio».

También se admite que la Iglesia, «maltrecha humana y patrimonialmente por el conflicto, […] hipotecó su libertad de acción pastoral a cambio de una protección que le llevó a silenciar lo que el Evangelio reclamaba» . De ahí que se pida perdón por «una cuestión de justicia, que ayudará a la Iglesia católica a recuperar su dignidad y que, sin duda, le acercará más al Evangelio».

El vicario general de Tarragona Joan Àguila
El vicario general de Tarragona Joan Àguila

Citando las palabras de san Juan Pablo II, desde el Arzobispado se muestra la voluntad de «purificar la memoria […] vendando heridas para que puedan, finalmente, cicatrizar en nuestra sociedad». Con este mismo objetivo, se recuerda que el Archivo Histórico Archidiocesano de Tarragona dispone de documentación que puede ayudar al estudio de la represión, así como de las fosas del Cementerio de Tarragona, que está digitalizada y es accesible a través de su página web. En cuanto a la época franquista, se dispone de datos sobre traslado de cadáveres, presuntos fallecidos y buena parte de los libros de óbitos parroquiales. Toda la documentación digitalizada también puede consultarse, salvando la Ley de Protección de datos, a través de la web del AHAT. El material que todavía no se ha catalogado o digitalizado se irá añadiendo, en la medida de lo posible, a disposición de la ciudadanía.

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