Alfonso Ruiz de Arcaute denunció abusos, y no le hicieron caso Carta abierta a Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria: "¡Está mintiendo! Y lo sabe"

Ruiz de Arkaute
Ruiz de Arkaute

"En Álava no ha habido curas pederastas, pero si aparecen actuaré en con transparencia”, dijo el prelado en una entrevista

"Yo mismo le relaté en una ocasión cómo había sufrido abusos en una Parroquia de la diócesis y que el caso se cerró simplemente porque había prescrito, como si el dolor de las víctimas pudiera prescribir"

Es domingo y tengo tiempo a un desayuno tranquilo. Pero la tostada se me atraganta al abrir el periódico y encontrarme con un titular: “En Álava no ha habido curas pederastas, pero si aparecen actuaré en con transparencia”. Y estas declaraciones pertenecen, nada menos, que al obispo de mi diócesis.

Una lágrima de rabia quiere escapárseme. ¡Está mintiendo! Y lo sabe. No es desconocimiento sino una total falta de respeto para las víctimas de abusos sexuales. ¿A eso le llama transparencia?

Yo mismo le relaté en una ocasión cómo había sufrido abusos en una Parroquia de la diócesis y que el caso se cerró simplemente porque había prescrito, como si el dolor de las víctimas pudiera prescribir. Es verdad que esta conversación no es una denuncia como tal, que ya había sido realizada, pero la empatía que esperamos de un obispo que dice que quiere ser cercano a la sociedad, hace que se parezca mucho a una denuncia y que al menos sirva para evitar titulares como los que vuelven a remover un dolor de víctimas que usted conoce.

Usted sabe que en el último mes he solicitado por escrito, con registro de entrada, por tres veces, toda la documentación que en el obispado consta sobre este caso y sobre cualquier informe sobre mí. Y una y otra vez se me ha negado. Me remite a los dominicos, pero yo le recuerdo que la declaración la realicé en el obispado, ante el juez diocesano, y que se me negó copia de mi declaración. Creo que tengo todo el derecho a conocer lo que en el obispado se guarda. Le recuerdo que en la cumbre de Roma, la propia Iglesia reconoció que se habían destruido expedientes. Pero usted me niega esta información. ¿Es a eso a lo que se refiere con transparencia?

Es el Provincial de los dominicos, al que agradezco enormemente el interés y seriedad con la que se ha tomado la denuncia en su día archivada, el que le informa de que se está estudiando nuevamente el caso. Y en esa misma semana usted se atreve a afirmar que no ha habido curas pederastas. ¿Es esa la transparencia que usted cree que la Iglesia necesita?

Usted conoce, porque lo comentamos en las primeras entrevistas que mantuvimos, que José Ángel Arregui Egaña, clérigo de San Viator, fue condenado en Chile en 2010 por posesión de material pornográfico de menores. Entre el material que almacenaba existían videos de abusos cometidos en el colegio de Vitoria. Es cierto que fue condenado en Chile y que al menos no han trascendido denuncias en Vitoria. Pero, ¿esta es la transparencia a la que se refiere?

No, Juan Carlos Elizalde. Esta no puede ser la trasparencia que la Iglesia y la sociedad está reclamando. Lo que esperamos de nuestros pastores, si de verdad son pastores, es la cercanía con todas las víctimas. Y desde luego estas afirmaciones no hacen que las víctimas sintamos a la Iglesia, al menos a la Iglesia jerárquica, cercana. Lo primero que como víctimas necesitamos es que se nos reconozca como tales. Y eso usted lo olvida al declarar que en Álava no ha habido curas pederastas. ¡Es mentira! Yo he sufrido abusos y usted lo conoce.

Afirma que están preparando un protocolo de atención a las víctimas. Rezo para que Dios ponga un poco de cordura en sus mentes y corazones y se empiece a tratar a las víctimas mejor de lo que se me ha tratado a mí. ¿Han pensado en contar con las vivencias de quienes hemos sido víctimas y hemos pasado por la experiencia de una denuncia canónica a la hora de desarrollar este protocolo? Tal vez pudiéramos expresar la falta de empatía que hemos sufrido, lo mal llevadas que han sido las tomas de declaración, la falta de ayuda… Tal vez contando con todas estas experiencias los protocolos no quedarían sólo en labor de despacho.

Afortunadamente, al terminar de leer su entrevista, con tan desafortunado, incierto e hiriente titular, reviso como cada domingo las lecturas del evangelio de la semana. Veo que el miércoles escucharemos en la Eucaristía esas palabras del Maestro que deberían estar grabadas a fuego en cada creyente: “La verdad os hará libres”. Y no puedo callarme la verdad, debo decirlo: está usted mintiendo. En Álava ha habido como en todos los lugares, desgraciadamente, curas abusadores.

Y, lo que creo que debe preocupar todavía mucho más a la Iglesia, en Álava, como en todos los lugares, hay víctimas de los abusos sexuales. Vidas que tienen que luchar día a día para seguir adelante. Las secuelas que sobrellevamos toda la vida exigen una actitud de cercanía y empatía que usted ha olvidado.

Cuando en su día se cerró mi caso pro haber prescrito yo sólo pude decir una frase: “Al atardecer de la vida nos examinaran del amor”. Yo he podido equivocarme en ocasiones en las formas, lo he reconocido públicamente y he pedido perdón cuando lo he considerado. Pero tengo la inmensa tranquilidad de no haber mentido. No todos pueden decir lo mismo.

Estamos todavía a tiempo de rectificar.

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