Agustí Cortés lamenta las "medias verdades" para "fomentar el odio" El obispo de Sant Feliú denuncia a los políticos que "deforman sistemáticamente al adversario político y su mensaje"

Estas son las propuestas de los principales partidos para el 23-J
Estas son las propuestas de los principales partidos para el 23-J

"Debemos insistir en recuperar la dignidad de la vida política. Desearíamos que todos fuéramos a votar, no tanto por obligación -'no hay más remedio'-, como por devoción"

"La democracia exige muchas y profundas condiciones internas, es decir, unas convicciones, una personalidad, una conciencia, unas virtudes democráticas, en definitiva, una cultura democrática"

"Lo contrario de un auténtico demócrata es un simple demagogo. Éste deforma sistemáticamente al adversario político y su mensaje. Su gran ardid es decir medias verdades, ocultar las que son inconvenientes, exagerar las que duelen al otro, para fomentar el enfrentamiento e incluso el odio"

El obispo de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), Agustí Cortés, deplora a los políticos que "deforman sistemáticamente al adversario político y su mensaje", que "dicen medias verdades" para "fomentar el enfrentamiento e incluso el odio" y pide ir a votar "no por obligación, sino por devoción".

En su carta dominical del próximo domingo, titulada "Políticos y ciudadanos", el obispo señala que estos días, con motivo de las elecciones del 23J, "la actividad de los políticos, está lógicamente de actualidad" y recuerda que "la llamada 'política' no es muy apreciada por la gente".

Recuperar la dignidad de la política

"A veces utilizamos el adjetivo 'político' en sentido peyorativo, referido a un asunto en el que sólo vemos juego de poder o intereses personales. Debemos insistir en recuperar la dignidad de la vida política. Desearíamos que todos fuéramos a votar, no tanto por obligación -'no hay más remedio'-, como por devoción", escribe el prelado del Baix Llobregat. 

Sobre los límites que tiene el régimen democrático, Cortés opina que "no es una panacea de todos los males sociales. Pero la democracia puede constituir el mejor sistema de convivencia y gobierno si se cumplen determinadas condiciones".

"Una de ellas es que para su buen funcionamiento no son suficientes las leyes y normas, que regulen las condiciones externas que permitan el orden. La democracia exige muchas y profundas condiciones internas, es decir, unas convicciones, una personalidad, una conciencia, unas virtudes democráticas, en definitiva, una cultura democrática", argumenta.

La imagen de los políticos

El obispo se pregunta: "¿Qué imagen tenemos de los políticos? ¿Qué imagen tienen los políticos de los ciudadanos?".

Y él mismo se responde: "Desgraciadamente estas imágenes resultan deformadas. El político debe cuidar su apariencia y su discurso, porque en esto obtiene el éxito o el fracaso del proyecto que defiende. Pero tal vez esta imagen no responda a la realidad, por lo que predomine el personaje sobre la persona. La gente puede sospechar que todo es ambición".

"Para el político -añade en su carta dominical-, los ciudadanos son números, números de votos, y no puede ser de otra forma, porque es lo que en definitiva cuenta. Pero no deben ser sólo números: detrás de ese número hay un sujeto inteligente y libre, que debe luchar cada día por sobrevivir y ver realizadas sus ilusiones".

Demócratas y demagogos

Cortés parafrasea al filósofo y periodista británico católico G. K. Chesterton, al coincidir con él en que "lo que distingue a un auténtico demócrata de cualquier simple demagogo es que nunca engañó a nadie, ni a sí mismo, con la ilusión de la sugestión de masas".

"Lo contrario de un auténtico demócrata es un simple demagogo. Éste deforma sistemáticamente al adversario político y su mensaje. Su gran ardid es decir medias verdades, ocultar las que son inconvenientes, exagerar las que duelen al otro, para fomentar el enfrentamiento e incluso el odio", remarca el obispo de Sant Feliu.

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