Otra Iglesia es posible (incluso desde dentro)

Esta semana ha sido muy fructífera desde el punto de vista periodístico. Y en lo personal. He podido asistir a conferencias plenas de vida y Evangelio, como la pronunciada por Felicisimo Martínez durante las jornadas de Teología del Instituto de Pastoral de Madrid; he podido conocer, y entrevistar, a auténticos expertos en su campo (Ana Schlütter, maestra zen y cristiana; Juan Pablo Somiedo, con una visión especialísima acerca de la diplomacia de la Santa Sede y su papel en este mundo global; o Ricardo Pérez, que nos ofrece una visión nueva, optimista y sobre todo, propositiva, del Apocalipsis y los distintos modelos de Iglesia); he podido debatir, y compartir, con representantes de todas las confesiones presentes en nuestro país; y hemos puesto en marcha, a través de RD, nuevos proyectos ilusionantes de los que les daremos cuenta próximamente.

La semana se ha ido cerrando con dos entrevistas especialmente emotivas, que estos días podrán ver en nuestras páginas. La primera, con monseñor Paride Taban, obispo emérito de Torit, candidato al premio Nobel de la Paz y uno de los responsables de que hoy exista Sudán del Sur. En una deliciosa conversación en un no menos delicioso lugar (la casa de los Combonianos en Madrid), monseñor Taban hizo memoria de un África esquilmada por las potencias europeas, incomprendida desde todos los ámbitos, y que poco a poco va encontrando su lugar, y su importancia, en el mundo. Y también en la Iglesia. "África es rica, y puede producir mucha riqueza para el mundo y para la Iglesia".

La segunda, especialmente relevante por lo que significa para RD, fue la larga entrevista con el cardenal de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, en nuestra sede y que ya pueden visionar en nuestro canal de tv. Mañana, Dios mediante, la tendremos transcrita en la web. Es el cardenal de Barcelona un gran conversador, que gana en las distancias cortas y al que no duelen prendas a la hora de hablar de corrupción, de diálogo y de la potencia del amor como motor de transformación social. Un obispo, el cardenal de Barcelona, que ha liderado la lucha contra el desempleo juvenil, los desahucios o el papel de la Iglesia ante la crisis. Que defiende la necesaria pluralidad en la Iglesia, "porque la Iglesia es Universal".

Sirvan todos estos ejemlos, de una semana, ya les digo, un tanto movida, para darnos cuenta (al menos a mí me ha ocurrido) de que aquella frase tan manida, tan utópica, de que "Otra Iglesia es posible", no lo es tanto. Ni manida, ni utópica. Incluso desde dentro, laicos, sacerdotes, consagrados, obispos, hasta un príncipe de la Iglesia nos demuestran que, pese a todo, otra Iglesia es posible, necesaria... y que se va realizando, de hecho, a cada rato.

Una Iglesia cada vez más esperanzada, más viva, más encarnada en el que sufre. Una Iglesia, en fin, más de Jesús
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