El Evangelio de hoy es especialmente revelador. En este momento y en este lugar. Con la que está cayendo en mitad de nuestra crisis, y sobre todo con la muerte injusta y dolorosa de miles de personas, de hambre, de sed, en el Cuerno de África. Le dijo Jesús al joven rico: "
Si quieres ser discípulo mío, anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, ven y sígueme". Se nos podrían ocurrir inimaginables ejemplos de cómo no somos capaces, casi nunca, de dejarlo todo, repartirlo entre los más necesitados, y seguir el camino de Jesús. Pero, como también resalta San Pablo en la liturgia de hoy, "
A los que aman a Dios todo les sirve para el bien”.
Donde esté tu tesoro, estará tu corazón, me ha venido a la mente tras escuchar las palabras de hoy. E, inmediatamente, una canción, que entonábamos en nuestros años mozos en la parroquia. "
Tú eres mi gran tesoro".
He encontrado un tesoro,
el que siempre he buscado.
Y lo llevo tan dentro que
nunca lo perderé.
Lo que había en mi vida
como nada ha pasado;
he dejado aquello que
no me hablaba de Ti.
Tú eres mi gran tesoro,
Tú que me has dado el amor.
Vivo y cada día encuentro,
en el gozo de amar,
mi libertad.
Te he ofrecido mi vida,
la has tomado aquel día,
pero sé que la encontraré
donde está mi tesoro.
baronrampante@hotmail.es