El Papa aboga por una justicia "sinodal" durante la apertura del Año Judicial Francisco pide a los jueces de la Rota "celeridad y misericordia" a la hora de afrontar los procesos de nulidad

Francisco y los jueces de la Rota
Francisco y los jueces de la Rota

El Papa defendió la importancia de “la importancia de la misericordia en la pastoral familiar”, lo que “no disminuye nuestro compromiso en la búsqueda de la justicia respecto a las causas de nulidad”

“Debéis afrontar esta tarea con valentía y claridad, pero, ante todo, es fundamental contar con la luz y la fuerza del Espíritu Santo”, apuntó Francisco, quien pidió a los magistrados hacer discernimiento “de rodillas”

"El discernimiento del juez requiere dos grandes virtudes: la prudencia y la justicia, que deben estar informadas por la caridad”, dado que “existe una íntima conexión entre prudencia y justicia, ya que el ejercicio de la prudentia iuris tiene por objeto conocer lo que es justo en el caso concreto"

Misericordia, justicia, celeridad y sinodalidad. Estos fueron los ‘mandamientos’ que el Papa Francisco ofreció a los jueces vaticanos, durante la inauguración del Año Judicial del Tribunal de la Rota romana. Tras las palabras del decano, Alejandro Arellano, Francisco reflexionó sobre el discernimiento, ese “discernimiento específico que os corresponde realizar en los procesos matrimoniales, relativo a la existencia o inexistencia de causas para declarar nulo un matrimonio”.

Un tema, reconoció, “que ha afectado también al ámbito de la reforma implementada de los procesos de nulidad matrimonial, así como a la pastoral familiar, inspirada en la misericordia hacia los fieles en situaciones problemáticas”.

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Año judicial en Roma

Una reforma que busca “favorecer no la nulidad de los matrimonios, sino la celeridad de los procesos, no menos que una justa simplicidad, para que, a causa del retraso en la definición de la sentencia, los corazones de los fieles que esperan la aclaración de su estado no se vean oprimidos durante mucho tiempo por la oscuridad de la duda". 

Misericordia, plenitud de la justicia

Junto a ello, el Papa defendió la importancia de “la importancia de la misericordia en la pastoral familiar”, lo que “no disminuye nuestro compromiso en la búsqueda de la justicia respecto a las causas de nulidad”. Al contrario, “el discernimiento judicial sobre la nulidad es importante. Posee un valor pastoral insustituible y se integra armoniosamente en la pastoral de conjunto debida a las familias”, porque, como afirmaba Tomás de Aquino, “la misericordia no quita la justicia, sino que es plenitud de justicia”.

“Como bien sabéis por experiencia propia, la tarea de juzgar no suele ser fácil”, recalcó el Papa ante los jueces de la Rota, subrayando la “gran responsabilidad que la Iglesia os confía, porque influye fuertemente en la vida de las personas y de las familias”.

“Debéis afrontar esta tarea con valentía y claridad, pero, ante todo, es fundamental contar con la luz y la fuerza del Espíritu Santo”, apuntó Francisco, quien pidió a los magistrados hacer discernimiento “de rodillas”, implorando “el don del Espíritu Santo: sólo así se llega a decisiones que van en la dirección del bien de las personas y de toda la comunidad eclesial”.

Jueces de la Rota, con el Papa

Libres de todo prejuicio

Para que el discernimiento judicial sea efectivo, añadió Bergoglio, hay que “estar libres de todo prejuicio, tanto a favor como en contra de la declaración de nulidad”, lo que implica “liberarse tanto del rigorismo de quienes pretenderían una certeza absoluta como de una actitud inspirada en la falsa convicción de que la mejor respuesta es siempre la nulidad” 

En definitiva, aclaró el Papa, “el discernimiento del juez requiere dos grandes virtudes: la prudencia y la justicia, que deben estar informadas por la caridad”, dado que “existe una íntima conexión entre prudencia y justicia, ya que el ejercicio de la prudentia iuris tiene por objeto conocer lo que es justo en el caso concreto”.

“El discernimiento sobre la validez del vínculo es una operación compleja, respecto a la cual no hay que olvidar que la interpretación de la ley eclesiástica debe hacerse a la luz de la verdad sobre el matrimonio indisoluble, que la Iglesia custodia como verdad y difunde en su predicación y misión”, dejó claro el Pontífice, quien defendió, con Benedicto XVI, que “la interpretación del derecho canónico debe hacerse en la Iglesia”, a través del derecho Canónico.

Finalmente, el Papa reivindicó un discernimiento sobre la nulidad que esté “apoyado y garantizado por su carácter sinodal”. Esto es: que “cuando el tribunal es colegial, como suele ser el caso, o cuando hay un solo juez pero consulta con los responsables, el discernimiento se realiza en un clima de diálogo o discusión, en el que la franqueza y la escucha mutua son fundamentales, para una búsqueda común de la verdad”.

Por eso, finalizó, “es importante que la investigación preliminar se realice con cuidado, para no incurrir en un juicio apresurado y apriorístico, del mismo modo que es necesario que, para cumplir adecuadamente su munus, el juez cultive su formación permanente mediante el estudio de la jurisprudencia y de la doctrina jurídica”.

Jueces de la Rota con el Papa

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