El cardenal de Madrid y Olaizola presentan 'Mi maestro fue un preso' (Sal Terrae) Osoro y el mundo de la prisión: "Yo podría ser uno de ellos; Jesús también es uno de ellos"

Osoro, y Olaizola, durante el coloquio
Osoro, y Olaizola, durante el coloquio

El diálogo, dirigido por el jesuita, sirvió para conocer algo más de las 49 cartas dirigidas al cardenal, y sus respuestas, en una visión rica y diversa de la experiencia del amor, la vida en la familia, el perdón, la fe, el sentido de la vida y la condición del ser humano para retomar el camino extraviado

"Valoro mucho a los voluntarios, al personal que está en la cárcel. Ellos están todos los días y no es fácil"

"Un cristiano, o se identifica con todos, o es un cristiano a medias. Y un cristiano no puede ser excluyente"

Mi maestro fue un preso', de Carlos Osoro (Sal Terrae)

"Un diálogo a muchas voces". Así definió el jesuita José Luis Rodríguez Olaizola el último libro del cardenal Osoro, 'Mi maestro fue un preso', editado por Sal Terrae, y que esta tarde se presentó en un accidentado coloquio on line. Un libro que nace "de una apuesta" con los reclusos de Soto el Real.

A lo largo de una hora, Olaizola y Osoro recorrieron las historias del libro, pero también la realidad de la pastoral penitenciaria, acompañados por voluntarios y profesionales que trabajan, cada día, con las personas privadas de libertad. "Yo podría ser uno de ellos; Jesús es uno de ellos", señaló Osoro, quien recalcó cómo sus encuentros con los presos "son muy entrañables".

También, reclusos, y ex reclusos, participaron en el coloquio, emocionando al cardenal. "No viene a juzgar, ni a pedir, sino a dar. Y entonces escuchas el mensaje", dijo Pablo, uno de ellos.

"Esa es la clave: entender que cualquiera puede encontrarse, en algún momento, en su lugar. Que son personas, y que necesitan perdonarse, y ser perdonados", apuntó el purpurado. "Hay que ver a la persona, no al preso". "Un cristiano, o se identifica con todos, o es un cristiano a medias. Y un cristiano no puede ser excluyente"

Carlos Osoro, y José Luis Rodríguez Olaizola
Carlos Osoro, y José Luis Rodríguez Olaizola

El diálogo, dirigido por el jesuita, sirvió para conocer algo más de las 49 cartas dirigidas al cardenal, y sus respuestas, en una visión rica y diversa de la experiencia del amor, la vida en la familia, el perdón, la fe, el sentido de la vida y la condición del ser humano para retomar el camino extraviado.

"Valoro mucho a los voluntarios, al personal que está en la cárcel. Ellos están todos los días y no es fácil", destacó Osoro, repasando sus relaciones con los reclusos, desde sus años de obispo en Ourense, cuando "alguna noche me escapaba a cenar con ellos".

Ponerse al lado, no de lado

"Cuando celebro la Eucaristía en la cárcel es diferente. No sé explicarlo, pero se ve de otra manera", explicó el purpurado. "Jesús es mi maestro, este preso, que ha padecido condena por decir la verdad. Eso siempre me ha impresionado".

"Hay mucha gente de buena voluntad allí, gente que se ha reconciliado", explicó el cardenal de Madrid, quien lamentó cómo a veces, los cristianos, "nos ponemos de lado de la gente, pero no al lado, no entramos dentro de la gente, no nos hacemos ellos... Nos hace falta leer Mateo 25: tuve hambre y me disteis de comer, estuvo preso y me visitasteis".

"La soledad es terrible, por eso comunicarse con ellos produce mucha hondura... y a mí, me hace mucho bien", relató Osoro. ¿Qué rostro de Jesús ve en prisión el cardenal de Madrid? "El rostro de muchos, incluso de los que no están presos... Gente que no se ha enterado de lo que son, de que Dios les quiere y les ama entrañablemente".

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